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Martes, 9 de mayo 2017, 12:05
Este martes, la comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de León ha votado la aprobación del expediente de contratación y pliegos que regirán la sustitución de las luminarias del alumbrado público por el sistema LED y en la que León en Común se ha posicionado en ... contra.
«El argumento del equipo de gobierno es conocido: el menor consumo energético del LED con respecto al sistema convencional supera económicamente al coste de la operación, privatización incluida. Desde LeC denunciamos que no se han realizado los análisis adecuados para tal afirmación, y que la visión de los populares no es global, sino que queda restringida a aquello que justifica sus intereses políticos», explican.
Este grupo municipal asegura que, «si realmente existe un ahorro, tanto en términos económicos como ecológicos, hay que valorar todo el ciclo de vida de las luminarias». «El método para este análisis está recogido en las normas ISO 14040 y 14044, que fijan que no sólo se debe tener en cuenta el consumo de electricidad durante el funcionamiento, sino valorar todo el proceso de fabricación, obtención de recursos para la misma, transporte, uso y final de vida útil (reciclaje y tratamiento de los residuos). La mayoría de las lámparas que se pretenden cambiar contienen sustancias realmente peligrosas, derivados del mercurio y otras, que para su correcto tratamiento requerirán de mucho dinero público en descontaminación», afirman.
El Ayuntamiento de León no ha valorado «nada de esto», y por tanto «no se puede concluir que el proyecto suponga un ahorro económico o un beneficio para el medio ambiente, más bien lo contrario».
«La postura de León en Común no es abandonar el proyecto. Desde LeC proponemos al equipo de Antonio Silván que no ejecute la sustitución de todas las farolas de León al mismo tiempo, sino que se opte por ir cambiando paulatinamente las bombillas a lo largo de los próximos años. De esta forma, además de apurar el ciclo de vida de las actuales luminarias, el Ayuntamiento podría elegir realizarla con recursos propios, en lugar de tener que recurrir a la privatización durante diez años de la iluminación exterior. Esta división del proyecto en fases permitiría que, si el PP impone la privatización, pequeñas y medianas empresas de León pudieran participar en el concurso, fomentando así la competencia, en lugar de que quede restringido a grandes empresas por el enorme desembolso económico que supone, más de 20 millones de euros», sentencian.
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