Un viaje de época

Es el Transcantábrico de Renfe, un centenario ferrocarril que cabalga cruzando valles, ríos y pantanos, sorteando los montes y las cordilleras del norte de España, dejando tras de sí hermosa ermitas medievales y pintorescas estaciones. Se trata del mayor testigo de la revolución industrial que este miércoles ha retomado su marcha desde la estación leonesa de San Feliz del Torío.

Ha sido en la puesta de largo de la presentación de la temporada 2017 de los Trenes Turísticos de Renfe, que han revolucionado la forma de hacer turismo, invitando al pasajero a un viaje donde lo importante no es el destino sino la forma de llegar a él.

El Transcantábrico se trata del tren más antiguo de los trenes de lujo de España, también el más renovado, que este año cumple su 35 aniversario aunque su historia data de los años 20 cuando entró en funcionamiento para dar servicio a la línea Bilbao-San Sebastián.

Fue después de la Guerra Civil, en 1987, cuando Renfe contrató a la empresa inglesa que suministró la vajilla al Titanic para su decoración interior y recuperó el tren hullero, al que el escritor leonés Juan Pedro Aparicio bautizó como Transcantábrico haciendo un guiño al famoso Transiberiano.

El renovado Transcantábrico

El Transcantábrico Gran Lujo incorpora dos nuevas salidas hasta las 24 en esta nueva temporada, que arrancará el 22 de abril y se extenderán hasta el 14 de octubre en un itinerario que enlaza San Sebastián con Santiago Compostela.

Tras la renovación que transformó en 14 suites los habitáculos anteriores, se duplica el espacio disponible, con todas las comodidades para un viaje a un coste de 4.900 euros de ocho días -siete noches- en un tren que dispone de un vagón panorámico que permite disfrutar del paisaje desde una posición privilegiada y acompañados de guías multilingües, entre otros servicios.

Su hermano pequeño, el Trascantábrico Clásico, que enlaza León con la capital gallega, este año incorpora a la oferta de ocho días/siete noches la posibilidad de realizar viajes mini de cinco o cuatro días, con precios que oscilarán entre los 3.500 y 1.500 euros.

Por su parte, el Al Andalus, que recorre el sur de España, suma a su oferta la Ruta Extremeña, que parte de Sevilla y finaliza en Madrid, llegando hasta Toledo, que se incorpora a los itinerarios habituales denominados Andalucía y Camino de Santiago. Tras arrancar su andadura en 1985, se consolida año tras año como uno de los trenes con mayor arraigo entre los turísticos de lujos del mundo.

Una oferta que se complementa con el Expreso de La Robla, que adentra al viajero por las cuevas de Valporquero, el romántico palentino o el valle de Mena, y el Tren Peregrino, que además este año ofrecerá a sus viajeros la posibilidad de realizar varias etapas a pie y conseguir la Compostelana.

Carta de presentación de España

Una novedosa y diferente forma de recorrer la geografía española en busca de nuevas sensaciones y que ha captado el interés del turismo extranjero, consolidándose como una de las mejoras cartas de presentación del país.

Es más, el año pasado se contabilizaron hasta 40 nacionalidades y el 64% de los usuarios fueron extranjeros. Los primeros fueron los españoles, con un 36%, seguidos de los alemanes -11%-, norteamericanos -7,8%- y australianos -4,6%-.

Somos uno de los grandes embajadores de las bondades de este país, remarcó el gerente de Servicios Comerciales de Renfe antes de señalar que los trenes de lujo ya han logrado 'conquistar' el complicado mercado suizo y atraer otro como el chino, muy interesado en el turismo cultural y gastronómico.

El pasado año todos los trenes turísticos de Renfe vieron incrementado el número de viajeros respecto a 2015. Así, el Transcantábrico Gran Lujo tuvo 704 pasajeros, con una ocupación del 95 por ciento y una subida de un 12%. El Transcantábrico Clásico llegó a los 945 con un 85 por ciento de ocupación y una crecida similar.

Al Andalus ocupó el 79% de las plazas ofertadas, llegó a los 850 viajeros y experimentó un crecimiento de diez por ciento y el Expreso de La Robla, con una ocupación del 85 por ciento creció un 4,5 y alcanzó los 322 usuarios. Los trenes turísticos de Galicia sumaron otros 2.200 pasajeros.

A esta amplia oferta, Feve suma la de trenes chárter o a la carta en un 2017 que afronta con optimismo tras los altos niveles de satisfacción y una ocupación por encima del 90%, con el objetivo de lograr tener lista de espera, al nivel del clásico Orient-Express.