León, cuna de la torrija

Desde torrijas en bolsas de plástico, hasta algunas con sabor a cocido o fabada, pasando por rebanadas de pan decoradas con productos poco comunes de la cocina o colocadas sobre el marco de un cuadro. En la variedad está el gusto y, entre tantas, es muy complicado no acertar con alguna que satisfaga el paladar.

El alcalde de León ha acudido a la cita en el Parador y recordaba que estaba quinta edición ha reunido a 50 cocineros de 18 provincias diferentes para deleitar con sus variedades de este postre semanasantero.

Nueve miembros del jurado para tres categorías

Esta edición será la antesala de la que se celebre en 2018, año en el que León opta a ser Capital Gastronómica, y el concurso se desplazará al Palacín debido a las obras de San Marcos y a la ampliación del baremo de participantes.

Nueve jurados de lujo serán los encargados de aplicar sus conocimientos para detectar qué torrija merece un reconocimiento nacional. Los criterios para seleccionar la ganadora pasan desde la fase visual, según cómo esté preparada y los ingredientes; los ingredientes, es necesario que cuente con los productos de elaboración básicos; y, por supuesto, el sabor, «que sepa a torrija».

El foco de atención se ha centrado en las torrijas de innovación. Auténticas obras de arte que han sido objeto de los flashes. El presidente de la Academia Leonesa de Gastronomía considera que «la gastronomía es el octavo arte y en las cocinas están haciendo arte y esculturas, en innovación son espectaculares», sentenciaba Ramón Villa.

León presume de historia, cultura, humanidad y de torrijas. La ciudad vive una jornada que ayuda a proyectar la gastronomía y promociona un producto típico de Semana Santa y del que aún hay mucho por inventar.