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elena f. gordón
Domingo, 5 de febrero 2017, 12:54
A punto de cumplir 82 años, este leonés de Mansilla del Páramo mantiene más que viva su voluntad y capacidad de trabajo y dedicación a los más necesitados. El balance de todo lo conseguido un cuarto de siglo después de llegar a Santa Cruz de ... la Sierra (Bolivia) con el Proyecto Hombres Nuevos es más que esperanzador. Un centenar de escuelas, comedores, centros de día y asistenciales, residencias universitarias, guarderías, casas de acogida, erradicación del trabajo infantil, viviendas sociales y casas de la cultura son parte de la intensa actividad desarrollada desde 1992 en un territorio al que llegó «siguiendo a Jesús y optando por los pobres». Construir 36 internados «dignos y acogedores» es uno de los retos que afronta en la actualidad cargado de argumentos y de energía. Agradecido y reivindicativo, habla de su filosofía de vida y de los frutos de un esfuerzo conocido y reconocido por quienes apoyan económicamente la labor de la entidad desde la distancia y compartido por sus protagonistas en tierras andinas.
-¿Qué le llevó hace medio siglo a cambiar su forma de vida y a dejar su país?
-Fue un paso más en mi vida, siguiendo a Jesús y el optar por Jesús, fue optar por los pobres y me vine a Bolivia hace 25 años.
-¿Por qué eligió Bolivia y el Plan 3.000?
-Poco tiempo antes de ir a Bolivia le pregunté al director del Banco de Santander de Palencia, si tenían alguna agencia allí y me contestó que por la razón contraria a la mía, el banco no busca a los pobres. Bolivia es el país más pobre después de Haití en América Latina. Al barrio del Plan 3000, nos envió el cardenal Julio Terrazas, con buen criterio, en 1992, por aquel entonces el barrio tenía cerca de 75.000 habitantes, actualmente, pasa de los 400.000. Los miles de voluntarios que han venido a Hombres Nuevos, necesitan un campo extenso donde poder prestar su ayuda y su voluntariado.
-¿Qué ha sido lo más duro o complicado en estos cinco lustros de labor social, educativa y humanitaria?
-Lo más duro es ver sufrir a los pobres, que los niños y las niñas no puedan hacer tres comidas al día. Se tienen que conformar con un 'pancito' y un 'tecito' en el desayuno y en la cena. Te rompe el alma que en Bolivia, mueran al año 14.000 niñas y niños por muertes evitables. O que haya 800.000 menores que trabajan a diario en Bolivia. Por lo demás mi vida aquí es normal, con las dificultades y quebrantos que lleva consigo el día a día.
-Trabajan por y para los pobres, ¿Cuál ha sido su mayor logro hasta ahora? Haga un breve balance
-Nuestro lema es 'nada para los pobres, sino todo con los pobres'. No se regala nada, todos tienen que aportar. Por ejemplo, los jóvenes universitarios que reciben una beca de estudios, hacen cuatro horas de voluntariado a la semana. Los dos objetivos y ejes de acción de Hombres Nuevos son la educación y la salud. Al llegar a Bolivia había un millón de niñas y niños sin escuela, desde entonces hemos construido 100 escuelas por todo el país. La escuela aquí es deficiente, memorística, repetitiva y nos empleamos a fondo en garantizar la escolarización y que la educación sea de calidad y tenga calidez. A través del Hospital Virgen Milagrosa, en el corazón del barrio del Plan 3000, nos ocupamos y preocupamos de la salud de los pobres. Todos los años tenemos campañas médicas de distintas especialidades en las que nos colaboran cirujanos que vienen de España. Estamos muy agradecidos por esta demostración de solidaridad y de compromiso con los más desfavorecidos.
-También se ocupan de la cultura...
-Cuidamos mucho que la cultura y la belleza vayan unidas al desarrollo humano que promovemos. Una muestra de este principio es el Centro Cultural Feliciana Rodríguez, una plataforma para la formación y promoción de jóvenes creadores y punto de encuentro de expresiones artístico-culturales. Otro ejemplo es la Orquesta Sinfónica de la Juventud Boliviana, involucrada en la lucha por la mejora de vida de niños y jóvenes, quienes además invierten su tiempo libre y salen de la marginalidad que los rodea. A la propuesta de trabajo social que tiene como razón de ser a la orquesta, se le une el valor añadido de difundir la música misional del archivo Musical de Chiquitos. Y un tercer ejemplo es la Escuela Nacional de Teatro Hombres Nuevos, la única en su especialidad en toda Bolivia. Comenzó su andadura en el año 2005 y llena un vacío que tenía la cultura boliviana. Una escuela superior de teatro es una escuela de valores humanos porque a través de este arte buscamos cómo manejar la educación, sustentar una cultura. Es una expresión de sentimientos que salen del corazón. A través del teatro intentamos ser elementos humanizadores de los corazones.
-¿Qué retos tienen por delante?
-Uno de los retos más inmediatos que tenemos es el de construir y refaccionar un número determinado de internados en el altiplano boliviano. Los alumnos que viven en estas comunidades a tres, cuatro y cinco mil metros de altura, tienen una escuela central que para llegar a ella, necesitan dedicar de entre seis a una hora de venida y otras tantas de vuelta. Ahora en el mes de febrero, comenzamos la rehabilitación y construcción de dos internados en los municipios de Quilloma y Tomata. Este proyecto forma parte de un programa que contempla un total de 36 internados. En este sentido quiero aprovechar la ocasión para reconocer y agradecer públicamente a la Junta de Castilla y León que nos ha financiado esta primera fase, y lo vamos a llevar a cabo junto con la Fundación DISI de Valladolid. Desde aquí nuestro profundo agradecimiento a nuestro presidente Juan Vicente Herrera y a nuestra Junta de Castilla y León, siempre solidarios.
-Ha recibido numerosos reconocimientos pero ¿cuáles han sido sus mayores satisfacciones en este tiempo?
-Pienso que lo de los reconocimientos es lo de menos y tus satisfacciones no cuentan ante el sufrimiento de nuestra gente. Lo que verdaderamente te llena de satisfacción es reducir las fronteras de la pobreza y ver que la gente pueda vivir con dignidad, eso es lo importante.
-¿Le han cerrado algunas puertas que no esperaba y, por el contrario, ha tenido apoyos con los que no contaba?
-Hombres Nuevos, agradecido, reconoce que siempre ha tenido abiertas las puertas de nuestras instituciones de Castilla y León, de otras autonomías y de toda España y del extranjero. Hay muchos empresarios que nos han colaborado y nos colaboran, como por ejemplo la empresa Merimar, de Conrado Merino, de Palencia que hace unos años financió una escuela y el internado en la Comunidad de Japo en el altiplano boliviano; o el gran mecenas Carlos Laborde Pulido y familia, que a los pocos años de llegar a Bolivia nos donó 400 millones de las antiguas pesetas y con ese dinero pudimos construir en el país 14 escuelas para 1.500 alumnos cada una de ellas. Con todo creo, que todas las empresas deberían aplicar el programa de Responsabilidad Social. Y así podríamos hacer realidad la construcción y rehabilitación de 36 internados dignos, acogedores, para los niños y las niñas del altiplano, algo muy necesario dadas las deficientes condiciones en las que se encuentran.
-¿Qué espera del nuevo año?
-Lo que nosotros sembremos, con esfuerzo, tesón, como decimos en Hombres Nuevos, tercamente perseverantes y siempre contando con el Señor, que está grande con nosotros.
-¿Tiene algún mensaje para las instituciones de León o la Comunidad, peticiones incluidas?
-Ante todo, expresarles nuestro profundo agradecimiento, por su apoyo y colaboración y pedirles a nuestras instituciones que empiecen a repatir solidaridad por las fundaciones y ongs que desarrollan su trabajo de solidaridad desde Castilla y León.
-¿Qué les diría a los escépticos del trabajo de las fundaciones y organizaciones sociales o religiosas?
-Que vengan, vean y verifiquen cómo invertimos los recursos económicos. Salvar vidas, realizar la promoción integral de todo el hombre y de todas las mujeres y hombres, que los pobres recuperen su dignidad a través de la formación y capacitación, devolver la sonrisa a los niños y ancianos y levantar esperanzas en los excluidos, pobres, 'desechables' y 'descartables'. En Hombres Nuevos, cada euro que nos dan, lo multiplicamos por tres. Vengan y vean. Las puertas en Hombres Nuevos están abiertas a todo aquel que desee entregarse a los pobres.
-¿Qué le parecen los mensajes novedosos y algo revolucionarios del pontífice, a quien tuvo ocasión de ver días atrás en Roma cuando acompañó a la Orquesta de la Juventud Boliviana?
-El Ensamble de la Orquesta de la Juventud Boliviana Hombres Nuevos fue invitada por la embajada de Bolivia ante la Santa Sede para dar tres conciertos en Roma y también actuó en la audiencia general de los miércoles del papa. Tuvimos la oportunidad de saludar al obispo de Roma, Francisco. Creemos que debemos brindar nuestro apoyo, seguimiento y aplauso a nuestro papa, que nos está brindando un nuevo paradigma de Iglesia, que diseñó el Concilio Vaticano II (1965). Francisco, el primer profeta del siglo XXI, es revolucionario como revolucionario es el Evangelio de Jesús.
-¿Cómo celebran estos primeros 25 años de vida?
-Hemos organizado en Bolivia una serie de actos y eventos para conmemorar esta efeméride. Celebraciones sencillas y por otra parte nada pomposas, acordes con nuestra línea de trabajo. Son actos con los que pretendemos dar testimonio junto con las poblaciones con las que colaboramos del trabajo realizado en estos 25 años de recorrido de Hombres Nuevos con los pobres.
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