Beatriz Llamas: «La condena por el crimen de Isabel es consecuencia de unos actos y no de los demás»

Para Llamas, la condena de 14 años de prisión de la agente de la Policía Local Raquel Gago por un delito de asesinato y la ratificación de las penas de Montserrat y su hija Triana se trata de un acto de justicia. Una sentencia que cierra un juicio marcado por giros imprevistos y sorprendentes.

El último de ellos, reconoce, la decisión de la Audiencia Provincial de declararse incompetente funcional para resolver el ingreso de Raquel Gago. Tres días después, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León asumía una competencia que en este caso no era suyo y hacía efectivo lo que era una cuestión de días.

La letrada de la acusación particular recuerda no tenía nada en contra de ninguna de las tres acusadas. Su trabajo, continúa, se centró en defender hechos y pruebas irrefutables, en defender a Loreto y a la familia de Isabel Carrasco, la única víctima de este asesinato. Es más, recuerda que ni la acusación particular ni pública pronunciaron el veredicto, redactaron la sentencia o la conformaron en el Supremo.

De ahí que echando la vista atrás aún no entienda la decisión del presidente magistrado de la Audiencia de desoír el veredicto del jurado y exculpar a Raquel de un delito de asesinato, como así lo ratificaron posteriormente el TSJCyL y el Supremo. No obstante, entiende coherente y lógico que las tres mujeres agotaran todos sus recursos.

Consecuencia de unos actos

En cualquier caso, entiende que ahora Raquel, Triana y Montserrat quieran cargar contra el jurado, los magistrados, los fiscales y, en este caso, contra la acusación particular que ella ejerce. Sin embargo, recuerda que el resultado del Tribunal Supremo es consecuencia de sus actos y decisiones, no de los demás.

En todo este tiempo reconoce que ha echado de menos en las declaraciones de Raquel un mínimo de espíritu crítico sobre sus decisiones, más concretamente, con la evidente culpa a su amiga Triana, de la que sigue sin responsabilizar de nada, pese a todo lo que ella le ha hecho.

En cualquier caso y con el cierre del año, se muestra satisfecha con el trabajo realizado porque, reconoce, han sido muchas horas de estudio y preparación, aunque recuerda que no deja de ser para mí un tema más del despacho.

Si Raquel Gago consigue o no el indulto no le preocupa, ya no es parte de si trabajo. A mí eso me da igual, no dependerá, como nunca ha sido, de mí.