Casi 16.000 personas firman para que un perro de León no sea obligado a llevar bozal por tener problemas respiratorios

El impulsor de esta iniciativa pide al Consistorio que garantice la excepción del caso de este animal amparándose en los justificantes veterinarios disponibles y dado que no es un perro peligroso y el único problema es el que corre su vida si se le pone un bozal. En situaciones de estrés o de calor lo pasa especialmente mal, reconoce el dueño de Dylan, que asegura no querer tener que enfrentarse a una multa por pasear al perro sin bozal ni tener que gastarse 500 euros por cada consulta al veterinario cada vez que se lo pone.

La ordenanza municipal reguladora de la tenencia de perros y otros animales domésticos vigente en León obliga a circular provistos de bozal a aquellos perros cuya peligrosidad sea razonablemente previsible dada su naturaleza y características. La raza de Dylan está obligada a llevar bozal por la Ley de Perros Potencialmente Peligrosos, pero en verano, obligarle a llevar bozal es una condena a muerte, tal y como han certificado los veterinarios, reconoce.