n. barrio
Viernes, 22 de julio 2016, 14:40
El Plan consiste en seguir como hasta ahora. La frase, que puede resultar anodina y se acierta si se apunta a que es poco novedosa, es el pilar en el que ha sustentado su discurso el concejal de Hacienda y Régimen Interior, Agustín Rajoy. El ... Plan Económico Financiero del Ayuntamiento de León tenía una base para ser necesario. El Consistorio incumplía el Principio de Estabilidad Presupuestaria (es decir, cierra alguna de sus cuentas con déficit), por lo que estaba obligado a desarrollar este plan de cara a arreglar el descuadre en el ejercicio actual o, como tarde, en el siguiente.
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León incumplía en el presupuesto de 2016, al igual que la Regla de Gasto, «pero no en una cifra relevante», como defendió Rajoy (en un presupuesto de 145 millones, el incumplimiento fue de 46.000 euros).
De aquí la necesidad y la obligatoriedad del Plan. La cuestión radica en que, cuando se formalizó un crédito con el Ministerio de Hacienda por 10,7 millones de euros para pagar una deuda de 2010 con Urbaser, fue necesario presentar un Plan de Estabilidad, por lo que los deberes estaban hechos.
La situación actual dista mucho de la de aquel 2010. En la liquidación de 2015 se produjo un nuevo incumplimiento de la Regla de Gasto, proveniente del pago de intereses al ICO. Al ser dichos intereses del cero por ciento, el Ayuntamiento se encontró con una cantidad importante de dinero que no esperaba y que destinó a devolver el cuatro por ciento reducido a los empleados municipales «y a otras cuestiones sociales».
Ahora, en 2016, toca arreglar el incumplimiento del Plan de Estabilidad Presupuestaria o, como tarde, hacerlo en 2017. La deuda total del Ayuntamiento estará cerca de los 263.225.000 euros, reduciéndose así en un 47 por ciento con respecto al anterior ejercicio.
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Y es que para Rajoy, aplicando el plan de ajuste 2012-2032 no hará falta hacer más ajustes, agradeciendo a los leoneses «el esfuerzo realizado».
Facturas «en los cajones»
El presupuesto cuenta con los últimos pagos de las conocidas como «facturas en los cajones», deuda que supondrá un gasto de 250 millones que no habían tenido encaje presupuestario. Rajoy puntualizó que esta cuantía -214 millones de deuda no contabilizada y 32 millones de facturas impagadas- tendrán cabida en las cuentas municipales tras el pleno previsto para la próxima semana. . Será la última vez que esto se abone, de forma que el Ayuntamiento esgrime que «se gastará menos, al finalizar este capítulo».
León tendrá, además, un superávit para 2016 de 14.861.580 euros, destinado a abonar pasivos financieros (esto es, intereses de deuda).
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