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j.c.
Viernes, 27 de mayo 2016, 14:38
26J. No serán las mismas elecciones que en el pasado mes de diciembre, ni por su significado ni por la ya obligada necesidad de contar con un Gobierno ejerciente.
A cuatro semanas vista de la nueva cita con las urnas el portavoz del Grupo Popular ... en el Senado, José Manuel Barreiro, repasa en leonoticias los aspectos más relevantes de esta convocatoria.
Quien es uno de los hombres de confianza de Mariano Rajoy afirma que a favor del Partido Popular (PP) juega hoy su solvencia, la gestión realizada y la garantía de futuro. Y a todo ello suma la identificación con un partido sin giros en sus convicciones y en sus principios.
Acompañado de Luis Aznar, senador por León y un hombre 'de peso' en el ejercicio político en la Cámara Alta, José Manuel Barreiro recuerda que «en términos políticos León es uno de los pilares para el Partido Popular de Castilla y León y para el Partido Popular a nivel nacional».
«Somos la fuerza mayoritaria aquí, estamos en el gobierno de las instituciones y además con una representación muy significativa en las Cortes Generales», recuerda. E incide en la solvencia de León y de la Comunidad en el ámbito político: «Esta Comunidad y esta provincia es un modelo a seguir desde el punto de vista institucional y desde el punto de vista de la confianza».
Precisamente la confianza es uno de los ejes políticos de cara a las próximas Generales: «Buscamos que a partir del 26J se cree una situación de estabilidad y confianza. Queremos un país que siga avanzando, que crezca y cree empleo».
Y por ahí la estabilidad es clave: «Es clave la estabilidad. La economía hoy es muy voluble y necesita confianza y estabilidad. Y a partir de ahí crecimiento económico y crecimiento en puestos de trabajo». En esa línea el PP es un seguro para la sociedad leonesa: «Hay alternativas que dan estabilidad y otras que sólo generan incertidumbre y generan tensión. Son alternativas en posiciones extremistas y radicales».
Concluye José Manuel Barreiro que a fecha de hoy sólo existen dos opciones: «Una (opción) la que implica confianza y la estabilidad, y por extensión la creación de empleo. Frente a eso la otra opción es volver a la situación de 2011 o peor desde el punto de vista político. Y digo esto porque probablemente esa situación estaría liderada por una fuerza extremista, radical, que incluso apoya a regímenes que no respetan las libertades».
Y pone ejemplos como «el propio Podemos que aquí en España está donde gobierna tomando decisiones que afectan a las propias libertades, y tenemos el ejemplo de valencia».
«El PP tiene un aval que se apoya en la experiencia política, en el propio presidente, y se apoya en los resultados en un país que ha pasado de una situación de quiebra a ser un país con el mayor crecimiento europeo», sentencia el senador popular.
Frente al PP «los radicales, que cuestionan el marco de libertades, que van de la mano de terroristas, y es algo objetivo, que donde gobiernan se ve lo que hacen».
En su radiografía del 'intering' político vivido entre las dos citas electorales José Manuel Barreiro ve «cuatro meses que defino como una etapa para olvidar donde hemos estado sin la posibilidad de crear gobierno y donde se ha dado que por primera vez en la historia de la democracia que quien gana no gobierna. No es bueno que un país rompa esas formas democráticas».
Cuatro meses «en los que nos hemos retratado todos. El PP ha dicho lo mismo el día 19 de diciembre de 2015 que en los días siguientes. Siempre planteamos sentarnos aquellos que tenemos una misma idea sobre la arquitectura del Estado, aquellos que tenemos los mismos principios».
Pero ante lo que el PP define su empeño por sentar las bases de un gobierno estable asegura haberse encontrado con un «no, no no» como respuesta reiterada durante cuatro largos meses. Un tiempo que, sin embargo, servirá para que la sociedad «vea el comportamiento de cada partido. Y ahí hay un partido serio en el que ha primado el interés general y otros a los que lo único que les ha preocupado es su posición, y ahí están el PSOE y los extremistas, los comunistas, en definitiva Podemos y el propio Ciudadanos».
Defiende con vehemencia la esencia y el esfuerzo del PP, sus números, los datos de empleo («Un millón de puestos de trabajo en dos años») y la confianza de estas siglas. Eso sí, lo hace reconociendo que como fenómeno la corrupción «ha hecho un daño terrible al Partido Popular».
Y ante la corrupción el PP «lo que ha hecho es primero pedir disculpas» y tomar medidas: «Se ha apartado a todas aquellas personas que han faltado a la confianza del partido. Se han tomado una serie de medidas concretas para evitar que esto vuelva a pasar mientras que otros que han gobernado este país no han querido acometer esas medidas para que esto no vuelva a suceder».
Por elevación insiste en la defensa del estado bicameral y pone en valor la gestión callada pero efectiva que se realiza desde el Senado, esa «cámara de reflexión», sin tanto «eco mediático» pero de enorme valor en un estado «con gran poder territorial».
El avance en las infraestructuras, la buena gestión de Ana Pastor y el crecimiento inversor pese a las dificultades económicas son destacados por un político que incide en la sensibilidad de su gobierno con la minería. Lo hace destacando la labor de los senadores leoneses (en especial de Luis Aznar) y dejando entrever la excesiva distancia tomada desde el ministerio con este sector en la etapa de José Manuel Soria.
Hay apuesta por la minería, insiste, pese a reconocer que la situación es muy delicada. «Se ha defendido el sector y se han conseguido logros en Europa que dejan ver el esfuerzo puesto. El próximo objetivo es lograr que las explotaciones no tengan que devolver las aportaciones recibidas en el horizonte de 2018».
El resultado de la política pasada y la presente es, a juicio del PP, que habrá una victoria de esta formación: «Estoy seguro que vamos a ganar por un margen más amplio del que se obtuvo en la pasada cita electoral porque creo en la reflexión de la gente sobre lo que hemos vivido en los últimos meses».
Será el próximo 26J cuando de nuevo los resultados electorales marquen el escenario político que defina el futuro del país para los próximos cuatro años. Y ahí la apuesta de José Manuel Barreiro no ofrece dudas: debe gobernar el PP en un marco «de estabilidad porque será bueno para el país y para una sociedad» que viene de realizar «enormes sacrificios para poder superar la crisis económica».
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