Los tres periodistas, en el momento de llegar a España.

El secuestro, una historia de terroristas, espías y habilidad diplomática

La intervención sobre el terreno de miembros del Centro Nacional de Inteligencia y la colaboración de Turquía y Qatar resultaron determinantes para conseguir la liberación de José Manuel López, Antonio Pampliega y Ángel Sastre

j.c.

Domingo, 8 de mayo 2016, 17:39

Final feliz para un secuestro que, por momentos, parecía complicarse más de lo debido. Cuando este domingo un avión Falcom 900 del Ejército español deje en tierra a los periodistas españoles Antonio Pampliega, José Manuel López y Ángel Sastre habrá finalizado una historia marcada por ... grupos terroristas, la habilidad diplomática española y la inestimable labor del CNI.

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Fueron especialmente estos últimos, que en determinados momentos tuvieron que actuar sobre el terreno, quienes lograron que el leonés José Manuel López, y sus compañeros, pudieran salir de un secuestro por el que España ha tenido que pagar un rescate no cuantificado.

La pesadilla de López, Pampliega y Sastre comenzaba 12 de julio del año pasado, cuando los tres desaparecieron en Alepo. Apenas llevaban 48 horas en Siria cuando la furgoneta en la que se desplazaban fue interceptada por miembros de un grupo terrorista.

Trabajo de servidores públicos

Su liberación se ha podido cerrar, según el Gobierno «gracias al trabajo de muchos servidores públicos y la colaboración de países aliados y amigos», principalmente en la fase final Turquía y Qatar.

El furgón en el que se desplazaban los periodistas fue asaltado por el Frente Al Nusra, filial siria de Al Qaeda, en cuyo poder han permanecido todo el tiempo.

Pero en las negociaciones el CNI ha tenido que hilar fino ya que por momentos, y ante la complejidad de las conversaciones, se amenazó con vender a los tres periodistas a otros grupos terroristas. El mayor temor de la amenaza era que en esos momentos de tensión se optara por su venta al Estado Islámico (ISIS).

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Pruebas de vida

Durante el secuestro los secuestradores ofrecieron al CNI diversas pruebas de vida de los secuestrados, que en líneas generales siempre tuvieron un buen trato.

El CNI los tenía localizados al suroeste de Alepo, aunque se temía que se vieran envueltos en los feroces combates que nunca se han interrumpido en la zona, pese a la tregua pactada por el régimen de Bachar El Asad y la oposición moderada, de la que quedaron excluidos grupos yihadistas como Al Nusra y el ISIS.

Finalmente, y previsiblemente tras el pago del rescate, los tres periodistas fueron acercados a la frontera para proceder a su liberación.

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