Último trámite del ‘caso Carrasco’ en León: Triana remarca su inocencia y Montserrat apela a su locura para rebajar la pena

En su escrito al que ha tenido acceso este medio, el letrado insiste en que su clienta incurrió meramente en un delito de encubrimiento impune al desconocer las intenciones de su madre hasta la llamada que mantiene un minuto antes del crimen. Porque, continúa, el crimen tuvo lugar dos minutos después de lo que inicialmente establecían las acusaciones y, por tanto, por una cuestión de tiempos es imposible que madre e hija efectuasen la entrega del bolso.

De ahí que entienda inadmisible la teoría de la acusación que acepta ese cambio de hora al entender que el fin era el mismo: la entrega del arma del crimen. De ahí que insista que no puede ser es que las acusaciones pretendan ahora que sea indiferente la hora de la muerte (17:15- 17:17) y si la llamada de la madre a la hija se produjo después o antes del crimen.

Asimismo, el letrado remarca la ausencia de solidez incriminatoria de los indicios establecidos por el Jurado así como la imprecisión por incoherente de la pretendida interrelación de algunas pruebas. Por ello, insiste en descartar la autoría de Triana ni como coautora ni como cooperadora de los delitos de asesinato, atentado y tenencia ilícita de armas.

Pruebas con esposas

En relación a Montserrat González, el letrado asegura que los miembros del jurado se basaron en las pruebas de los médicos forenses por la condición funcionarial muy destacado de forma machacona por parte de las acusaciones, desoyendo que sus clientas permanecieron esposadas durante las pruebas médicas.

El letrado, que ha solicitado la rebaja en dos grados de la pena de la asesina confesa de Isabel Carrasco, asegura ser decepcionante el resultado del informe médico al no detectar un auténtico cuadro de días delirantes de tipo persecutorio y concluyendo que la paciente está intentado manipular la entrevista.

Por todo ello, suplica que se dé por impugnado el recurso de la letrada de Loreto Rodríguez Carrasco, hija de la víctima, que se mostraba su satisfacción por la condena de 22 años de prisión de Montserrat González.