El crimen de Isabel Carrasco, una cuestión de minutos

Precisamente, José Rarmón García García insiste en que Triana es autora de un encubrimiento impune puesto que nunca tuvo conocimiento de la intención de su madre de acabar con la vida de Isabel Carrasco. Una tesis que fundamenta principalmente en la hora del crimen.

Su letrado sustenta que Montserrat asesinó a Isabel a las 17:17 horas y no a las 17:15 horas como siempre sostuvo la acusación pública y particular por lo que, según su versión, la llamada de las 17:16 horas entre madre e hija fue previa al crimen para advertir de sus intenciones de matar a la presidenta de la Diputación.

Un minuto después y siempre según la versión de la defensa, Montserrat comete el asesinato y desde la pasarela se dirige hacia la calle Lucias de Tuy donde, a la altura del garaje que hay en el número 21, arrojó el bolso con el arma. Justo en ese momento Triana está girando de la calle Colón a Lucas de Tuy y ve cómo Montserrat arroja el bolso que recoge pensando que había utilizado el arma de su madre.

Al salir del garaje Triana no ve a su madre, viendo a Raquel al llegar al cruce de Lucas de Tuy con calle Colón, la cual creía que estaba en manualidades. Al verla hablado con un empleado de la ORA la intenta llamarla para ver si ha visto a su madre y, como está nerviosa, no logra desbloquear el Iphone 5, y la llama desde el prepago a las 17:19:14, no logrando comunicar con ella aunque la llamada dura 17 segundos.

Es en ese momento, en el que Triana se acerca a donde está Raquel, que sigue hablando con el de la ORA, e instintivamente introduce el bolso por la puerta de atrás del coche y le dice "voy a la frutería".

Apenas dos minutos que se han convertido en la clave para esta defensa que acompañó sus recursos un vídeo en el que recrea los recorridos de las cuatro mujeres implicada en el crimen así como de Pedro Mielgo, el policía jubilado, y su mujer, testigos presenciales del crimen. En él, el letrado intenta demostrar que es imposible por una cuestión de tiempos que madre e hija se intercambiaran el bolso en el pasadizo.

Una teoría que no cambia nada

Pese a todo, la letrada de la acusación Beatriz Llamas, ha dado por cierto que la llamada de la madre a la hija fue inmediatamente antes de efectuar esos disparos, cuando comprobó que la víctima salía caminando de su casa sola, llamada de aviso de la madre a la hija para decirle que estuviera en el lugar acordado pues ese momento por ellas planeado había llegado.

Por ese motivo el policía jubilado, Pedro Mielgo, no la vio coger el móvil a Montserrat en su huida. De ahí que remarque que nada afecta esta alternativa de la hora del fallecimiento de Isabel Carrasco porque en ambos caso, la llamada de Montserrat a su hija Triana tenía la misma finalidad.

Posturas encontradas que volverán a verse este lunes en la audiencia Provincial de León.