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andrea cubillas
Domingo, 17 de abril 2016, 12:28
Al límite del plazo, el letrado José Ramón García García ha presentado este jueves el recurso de apelación a la sentencia de la Audiencia Provincial de León del 30 de marzo del 2016 por el que solicita la libre absolución de su clienta Triana Martínez, ... condenada a 20 años de prisión por un delito de asesinato en calidad de cooperadora y tenencia ilícita de armas.
En el recurso, al que ha tenido acceso este diario, el letrado, que entiende que su clienta es autora de un delito de encubrimiento, basa su defensa en la hora de la muerte, la principal controversia entre las acusaciones y la defensa, y remarca que el crimen tuvo lugar a las 17:17 horas y no a las 17:15 horas como inicialmente se apuntó.
El hecho de que una llamada sea después o antes hace cambiar mucho las cosas de que sea la entrega en el pasadizo a que sea en el garaje, donde nosotros decimos y nos cuadra perfectamente, es otra, apunta el letrado, que aportando fotografías y un acta con las mediciones remarca que el intercambio del bolso en el pasadizo de Gran Vía es imposible porque no da tiempo llegar a la misma hora que se efectúa la llamada.
Residuos de disparo por el intercambio
De ahí que, según remarque, la llamada que efectuó Montserrat a Triana a las 17:16 horas fuese antes del crimen. En esa llamada, la madre le trasladó la intención de acabar con la vida de la dirigente política, a lo que Triana intentó frenarla.
La mera existencia de esta llamada efectuada con anterioridad a la muerte de Isabel Carrasco no puede tener contenido incriminatorio para Triana, señala el letrado, que además acusa a Fiscalía y acusaciones de empecinarse en establecer una hora de la muerte que era evidente que no era cierta.
Por ello, se dirigió en su búsqueda. Sin embargo, ya se la encontró tirando un bolso en la calle Lucas de Tuy que recogió pensando que había utilizado el arma reglamentaria de su padre. Precisamente, el letrado asegura que fue al recoger el bolso cuando Triana se impregnó de residuo específico de partícula de disparo y no por pruebas de tiro previas.
La existencia de residuos de disparo entre el índice y pulgar de la mano derecha de Triana está clarísimo que se ha producido por transferencia del bolso y si esto es así a idéntica conclusión hay que llegar con las escasas partículas que aparecieron en las botas de Triana.
Absurda una relación lésbica
En su recursos y como así hiciera durante la celebración del juicio, el letrado exculpa a Raquel Gago y recuerda que Triana se encontró por casualidad a Raquel Gago a la que intentó llamar para ver si había visto a su madre. Estaba nerviosa y no logró desbloquear el Iphone 5 y por eso la llamó desde el de prepago sin lograr comunicarse con ella aunque la llamada durase 17 segundos.
Según continúa, al no poder comunicar con Raquel, Triana se dirigió hacia el lugar donde la policía estaba hablando con un trabajador de la ORA y, sin previamente concertarse, decidió dejarle el bolso porque su intención era acercase hasta su vehículo.
Es más, el letrado remarca que también es una casualidad que se eligiese el 12 de mayo para matar a Isabel Carrasco así como que la dirigente política fuese ese día cuando previamente había tenido una comida, y tacha de absurdo entender que Triana y Raquel mantuviesen una relación ya que su clienta tenía un amigo especial, como lo demuestra el hecho de tuviese que salir de prisión para tomar un anticonceptivo.
Fotografías y búsqueda del arma
En relación a Pedro Mielgo, el letrado recuerda que el agente jubilado perdió el contacto visual con Montserrat y que tampoco vio como arrojaba el bolso a un garaje ni la entrega del bolso.
Sobre los indicios hallados en su domicilio, el letrado, que aporta varias de las fotografías halladas en su domicilio, remarca que no revelan la intención de matar a Isabel Carrasco y mucho menos concierto de madre e hija para ello. Además, continúa, en algunas fotos aparece la propia Triana con Isabel Carrasco, y otras son de otras personas como Marcos Martínez Barazón.
Asimismo, asegura que Montserrat había ocultado a su hija que tuviera las armas en casa, pues una amiga de Triana del Colegio se había suicidado arrojándose a un tren con 16 años, como así lo ratificó el padre de Triana durante el juicio, y que fue la madre la que accedió al ordenador de la hija para buscar armas.
Por último, el letrado remarca que los agentes sdde Burgos mintieron durante su declaración y pone en tela de juicio esa imparcialidad y objetividad del Ministerio fiscal así como la veracidad y objetividad de los médicos forenses.
Por todo ello, remarca que Triana no participó en los planes de su madre de matar a Isabel Carrasco y solicita que se considere a Triana Martínez como autora de un delito de encubrimiento impune, dada la relación de parentesco, y solicita su puesta en libertad.
Un CD como prueba
El letrado aporta diversas fotografías del escenario del crimen y del entorno en el que madre e hija se movieron minutos después del asesinato así como un vídeo en el que a través de unos puntos de colores recrea su versión de los hechos, demostrando la imposibilidad de que el intercambio tuviera lugar en el pasadizo.
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