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Visita del director de la Escuela Taller de Restauración de León, Francisco Azconegui y el monitor de metal, Enrique Muñoz, a la Escuela de Ginebra, en compañía con J. Devialet, relojero francés, y el director de la escuela ginebrina J. Courto.

1992: El año en el que el reloj de la Catedral se convirtió en «una maquinaria única»

Rolex participó en la remodelación del reloj de la Catedral. Su principal valedor, Francisco Azconegui, ve inviable una nueva intervención de la compañía relojera por el «estado lamentable» del material

Miércoles, 7 de abril 2021, 08:14

El reloj de la Catedral de León necesita una restauración por fuera y por dentro. Una iniciativa de UPL busca recuperar la esencia del reloj mediante el mismo maestro relojero que participó en su restauración en 1992: la empresa suiza Rolex. «El no ya ... lo tenemos», afirma el portavoz municipal de UPL, Eduardo López Sendino.

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El partido leonés afirmó que, el pasado 25 de marzo, Rolex España respondió a su carta, puso en conocimiento que los trabajos efectuados hace 29 años fueron realizados «por la escuela de relojería suiza Wostep en Neuchatel» y que, «sensibilizados por el valor histórico y sentimental de este reloj para los leoneses y para el patrimonio cultural de España se pondrán en contacto con maestros relojeros suizos para intentar que asuman la restauración nuevamente de este emblemático reloj de nuestra catedral de León».

1.223.548 pesetas

El ex director de la Escuela Taller Centro Histórico de León, Francisco Azconegui, fue uno de los principales protagonistas de la remodelación del reloj en 1992. Mediante la campaña 'Salvemos la Catedral', su organización recaudó 1.223.548 pesetas que sirvieron para aportar parte del presupuesto de la rehabilitación. El resto, efectivamente, corrió a cargo de Rolex.

La Escuela se encargó de la restauración de la esfera exterior, de su instalación y supresión y del establecimiento de 17 pináculos entre otras labores de la puesta a punto del reloj de la torre sur.

Además, apunta que los artífices de la creación del engranaje del reloj hasta su retirada a principios de siglo fue la Escuela de Micromecánica y Relojería de Ginebra. «Era una maquinaria única en Europa, realizada expresamente para no dañar la imagen del reloj que data del 1527».

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Azconegui denuncia falta de interés

La Fundación Rolex se encargó de sufragar los gastos de traslado de la maquinaria del reloj a Ginebra y el coste de desplazamiento de tres maestros relojeros a León. En una carta de 1993, Bruno Morgeli, consejero delegado de Rolex España, agradeció a Azconegui la participación de la empresa suiza: «Hemos tenido el grandísimo honor de participar en la restauración del reloj de la Catedral de León. Un gratificante esfuerzo que ha servido para devolver al pueblo de León y a todo el mundo esta maravillosa obra de artesanía del siglo XVIII».

El ex director considera el reclamo de UPL como un «oportunismo político» y denuncia que el Cabildo cambió el mecanismo establecido por uno automático. «La labor altruista de Rolex, el trabajo de la Escuela de Micromecánica de Ginebra, se perdió por una falta de interés, de cultura de la técnica y por supuesto de respeto».

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El administrador de la Sao leonesa, Mario González, recordó que la sustitución de la maquinaria suiza por una automática se debió a que requería «un mantenimiento diario» y que producía «errores y retrasos».

Imágenes de archivo del proceso de rehabilitación del reloj de la Catedral.

«No aprobarían una nueva intervención»

Ante las declaraciones del ex director, argumenta que desconoce las causas de la retirada del material ni la persona que tomó la decisión ya que no ocupaba el cargo en aquel momento. Ante una posible restauración por parte de la entidad helvética afirma que, pese a enterarse de la iniciativa el pasado lunes 5 de abril, no pone «ningún inconveniente».

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Según Azconegui, formado en la Escuela Técnica de la Construcción de Lausanne, la Escuela Taller Centro Histórico de León se encargó del mantenimiento de la maquinaría entre 1992 y 1997 pero, más adelante, se cambió por un sistema automático por «falta de comprensión, sólo tenían que echarle aceite».

Sobre la respuesta de Rolex España a la carta de UPL, no tiene dudas de que el proyecto no saldrá adelante: «Si el equipo de Rolex y la Escuela de Micromecánica vieran el estado lamentable en que se encuentra el reloj por pura dejadez, con toda seguridad no aprobarían una nueva intervención».

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