Ramos Gordón, en una imagen de archivo.

La víctima que llevó al Papa los abusos de Ramos Gordón en La Bañeza denuncia las agresiones en la Comisaría de Policía

Francisco Javier, que sufrió abusos sexuales junto a su hermano gemelo en el Seminario Menor de La Bañeza, declara durante cinco horas en la comisaría de Policía de Miranda de Ebro | La denuncia ya ha sido trasladada a los juzgados de León

J.C. | A.C.

León

Jueves, 4 de abril 2019, 09:26

Cinco horas de declaración y numerosa documentación aportada sustentan la denuncia presentada en la Comisaría de Policía de Miranda de Ebro por Francisco Javier, la víctima de abusos sexuales por parte del párroco José Manuel Ramos Gordón.

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Gordón, reconocido «culpable» por ... la Iglesia y hoy expulsado durante diez años del ejercicio sacerdotal además de condenado a reclusión en un convento, abusó de Francisco Javier y de su hermano ya fallecido cuando ambos se encontraban en el Seminario Menor de La Bañeza.

Ahora, y pese a la certeza de que se trata de un caso prescrito por el paso del tiempo, la víctima ha decidido presentar una denuncia formal ante la Comisaría de Policía con el fin de que «siga los trámites oportunos».

Diócesis de Astorga

En la denuncia formalizada en la localidad de Miranda de Ebro, cuyo contenido no se ha querido dar a conocer, Francisco Javier habría detallado las fechas de los abusos, lo sucedido entonces, así como las innumerables pruebas que se han aportado a partir de la experiencia personal y la propia investigación eclesiástica.

«Lo que puedo asegurar es que se trata de una denuncia con nombres y apellidos y en la que hay abundante documentación», ha asegurado después de trascender la presentación de esa denuncia.

José Manuel Ramos Gordón, el sacerdote de la Diócesis de Astorga acusado de abusos durante su etapa como profesor en el Seminario Menor de La Bañeza, también cometió abusos sexuales en el colegio Juan XXIII de Puebla de Sanabria entre los años 1981-1984.

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Un paso más

Ahora toda la carga probatoria forma parte de esa denuncia policial que por la dureza de los delitos deberá ser analizada en profundidad. Francisco ya tiene constancia de que la denuncia ha pasado de la Comisaría de Policía a un juzgado de Miranda de Ebro, y desde allí se ha dado traslado de la misma «a un juzgado de León», presumiblemente el de Astorga.

Para la víctima se trata «de un paso más» en el objetivo de conseguir que se reconozcan «los abusos y se castigue a quienes los cometieron». Además de ello, según ha advertido, es clave «que quede constante en el registro de los juzgados de que hubo una denuncia ante la policía por esta situación y que conste la misma más allá de lo que con posterioridad pudiera ocurrir«.

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«El propio Papa ha reconocido que cualquier víctima debe presentar la denuncia ante la policía y es lo que he hecho. Quiero intentar hasta el final que se castigue a los autores de estos crímenes contra quienes entonces éramos niños«, también ha sentenciado.

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