Un Carnaval, en octubre. Una mascarada de invierno, en otoño.
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Cualquier excusa fue buena en La Bañeza para revivir su momento más esperado del año y que la pandemia había frustrado en este 2021.
Un gran desfile de mascaradas ha puesto broche de oro a la primera edición del Congreso Internacional del Carnaval que ha acogido la localidad leonesa.
Antruejos llegados de todos los rincones de la provincia, y también de Zamora, Asturias y Portugal, han partido por las calles de la ciudad para espantar los malos augurios y hacer disfrutar de una tradición muy arraigada a esta tierra.
16 grupos y más de 240 participantes han recorrido bajo sus ropajes y con las caras cubiertas un circuito perfectamente organizado para que la celebración fuera totalmente segura.
Jurrus, castrones, madamas, guirrios... ninguno quiso faltar a una cita que se esperaba con muchas ganas tras pasar los trajes demasiados meses en el armario.
Y la guinda llegaba desde Alija del Infantado. El mascarado, un jurru del antruejo de la localidad vecina, ardía en la hoguera para poner punto y final a la celebración ante el calor del fuego que ya se agradecía con la caída del sol.
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La Bañeza ha revivido en estos días su comunión con el Carnaval y mira ahora al calendario para que a finales de febrero y que los grupos y charangas se cuelguen la máscara para celebrar su gran momento.
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