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Iñigo Gurruchaga
Londres
Martes, 3 de diciembre 2019, 16:49
El preludio de la reunión de jefes de Estado y de gobierno de países de la OTAN es una serie de críticas agrias entre algunos líderes, que indican el nuevo contexto de la Alianza Atlántica después del fin de la Guerra Fría, la emergencia del ... desafío de la Rusia de Vladímir Putín, la elección del presidente iconoclasta Donald Trump y el traslado del foco de atención en los últimos años al Estado Islámico y la guerra en Siria.
La OTAN se reunió por primera vez, en Londres, en 1949 y de las preocupaciones de aquel tiempo queda la cuestión nuclear y el temor más tenue a Rusia. Esta vez los dignatarios llegaron a Londres para asistir a una recepción ofrecida anoche por la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham y se trasladan este miércoles a Watford, donde mantendrán una reunión durante tres horas y encuentros bilaterales.
2% del PIB es el porcentaje que los socios de la OTAN se comprometieron a destinar a defensa para 2014. Trump censura a los países que no van a cumplirlo.
Yihadistas presos en Siria. El líder estadounidense sugiere que enviará alos europeos a sus países de procedencia
«La mayoría son de Irak y Siria». «Seamos serios», pidió el mandatario francés, que animó a «terminar la guerra con el EI sin errores»
La cumbre de los países miembros de la OTAN llega en un momento de dificultades. El presidente de Estados Unidos la ha calificado de «obsoleta» y acusa a los aliados europeos de aprovecharse del gasto de Washington en defensa. Solo Reino Unido, Grecia, Polonia y los pequeños países bálticos que temen a Rusia cumplen el compromiso de gastar un 2% de su presupuesto en defensa. Pero todos los miembros están aumentando su gasto.
La decision unilateral de Trump de retirar tropas en Siria y la subsiguiente invasión por Turquía para atacar a fuerzas kurdas apoyadas por Occidente, al mismo tiempo que Ankara adquiere a Rusia sistemas de defensa aérea, han creado una situación de «muerte cerebral» de la OTAN, según la expresión reciente del presidente francés, Emmanuel Macron, que mantiene una política de acercamiento hacia la Rusia de Vladímir Putin que chirría con algunos aliados.
Trump calificó la expresión de Macron como «falta de respeto» y «muy desagradable cuando se habla de 28 países, incluidos ellos». Mientras el presidente estadounidense definía a Alemania y a Canadá de «delincuentes», en el sentido de morosidad en sus pagos, por no cumplir con el umbral del 2% del gasto, el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, se preguntó si no será el francés quien padece muerte cerebral, advirtiendo además de que su país escogerá sus compromisos de defensa común establecidos en el Artículo 5 de la Organización del Atlántico Norte.
Antes de partir hacia Londres, Erdogan afirmó, según la agencia Reuters, que «si nuestros amigos de la OTAN no consideran organizaciones terroristas a aquellos a quienes nosotros consideramos organizaciones terroristas(refiriéndose al YPG kurdo), nos opondremos a dar cualquier paso que se dé allí», refiriéndose a la defensa de los países bálticos, donde la Alianza tiene ya fuerzas desplegadas, también en Polonia, tras la invasión rusa de Crimea.
Macron y Trump comparecieron juntos ante la prensa para airear sus diferencias como representantes de países amigos. El presidente de Estados Unidos recordó que los dos países han hecho muchas cosas importantes juntos y fue más elogioso de la OTAN que en declaraciones anteriores. Hubo un momento de tensión cuando Trump sugirió que va a enviar a los yihadistas cautivos en Siria a sus países europeos de procedencia, como señal de su insistencia en que se hagan responsables de su repatriación.
Macron negó que la mayoría sean europeos. «Seamos serios», replicó a Trump, «los europeos son una pequeña minoría del problema global. La mayoría son de Siria e Irak. Pero necesitamos terminar la guerra con el EI y no cometer errores». Si el presidente francés señaló sin mencionarla la responsabilidad del estadounidense por su retirada unilateral, la defensa de Turquía por parte de Trump fue más nítida. Ankara se vio forzada a comprar sistemas rusos de defensa aérea porque su predecesor, Barack Obama, se negó a venderles el sistema Patriot, a pesar de su gran pedido de cazas F-35. Trump quiere resolver el problema con su amigo Erdogan.
La OTAN se reúne en este contexto con una agenda que pretende orientar nuevas estrategias de coordinación sobre seguridad cibernética y en el espacio, que justifiquen su existencia en el futuro. En los últimos cinco años ha sabido coordinar rápidamente el despliegue de tropas en respuesta a Rusia. La cumbre de Watford no resolverá grandes cuestiones, pero puede crear las bases para una mayor coherencia de voces en el futuro.
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