Victoria apurada de Johnson en una rebelión 'tory' contra Huawei

El Gobierno de los Estados Unidos, opuesto radicalmente a la expansión de Huawei en las redes de sus aliados porque la considera una amenaza a la seguridad, no ocultó su enfado con la decisión británica. Miembros del Senado de Washington han escrito a parlamentarios británicos para respaldar las advertencias del presidente, Donald Trump, y del secretario de Estado, Mike Pompeo.

La decisión del Ejecutivo de Londres excluye a «proveedores de alto riesgo» del «núcleo» de la red 5G, que tendrá una papel central para múltiples actividades de la vida cotidiana en la sociedad futura. Restringió también la participación de empresas como Huawei al 35% de las estructuras que no forman parte de la espina dorsal de la red.

Veintiséis diputados conservadores, en su mayoría 'brexiters' y algunos con carreras ministeriales recientes, como Iain Duncan-Smith o David Davis, propusieron anular la decisión en una enmienda al proyecto de ley de Comunicaciones, que no contiene referencias a cuestiones de seguridad. Tras conocer el resultado, el responsable gubernamental para el programa de expansión digital, Matt Warman, afirmó que se negociará con los disidentes.

Compañías británicas, como Vodafone, ya tienen tecnología de Huawei en su infraestructura para la transmisión de radio (antenas, mástiles...), pero no para el flujo de voz, datos o conexiones de internet. O2, propiedad de Telefónica, construirá su red 5G en Reino Unido con sus proveedores europeos habituales, Ericsson y Nokia, aunque utiliza tecnología de Huawei en España.

La decisión del Gobierno de Johnson fue avalada por el Consejo Nacional de Seguridad, pero también estaba guiada por el afán de no dañar a compañías que ya tienen instalado equipamiento de la empresa china. Ha prometido que la negociación con los disidentes- si hubiese 12 más, el Ejecutivo perdería el voto- se llevará a cabo antes de que presente en las próximas semanas el proyecto de ley de Seguridad en las Comunicaciones.