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Carola Rackete, detenida nada más atracar en Lampedusa. Foto: Reuters / Vídeo: ATLAS

Detienen a la capitana del 'Sea Watch' por forzar el desembarco de 40 inmigrantes en Lampedusa

A Carola Rackete podrían caerle hasta 10 años de cárcel porque con el barco de la ONG estuvo cerca de chocar contra una patrullera de la Guardia de Finanzas italiana

Dario Menor

Roma

Sábado, 29 de junio 2019

Poco antes de las dos de la madrugada de este sábado la nave humanitaria 'Sea Watch' ha atracado en el puerto de la isla italiana de Lampedusa, situada en el centro del Mediterráneo. A bordo llevaba a 40 inmigrantes salvados hace 17 días en el ... Canal de Sicilia. Ante la desesperación de estas personas por el largo tiempo pasado en el mar y la falta de respuesta ante sus peticiones para que los dejaran desembarcar, la capitana del barco, la alemana Carola Rackete, ha optado por entrar en el puerto sin autorización y aunque una patrullera de la Guardia de Finanzas trataba de impedírselo. No ha tardado en ser detenida. El ministro del Interior, Matteo Salvini, llevaba días asegurando que los inmigrantes no iban a llegar en su país y acusando a los socorristas de ser unos «piratas» y unos «delincuentes» por haber entrado el pasado miércoles en aguas italianas sin permiso.

Se han vivido momentos de tensión cuando la embarcación de la Guardia de Finanzas ha estado cerca de quedar chafada entre la 'Sea Watch' y el muelle en sus intentos por conseguir que la nave de la ONG no se acercara al puerto. Finalmente Rackete ha conseguido su objetivo. Poco después han subido a bordo miembros de las fuerzas de seguridad para detenerla con la acusación de «resistencia o violencia contra una nave de guerra», un delito que conlleva una pena de entre tres y diez años de prisión.

El viernes se supo además que la Fiscalía de Agrigento la está investigando por un posible crimen de favorecer la inmigración ilegal. Salvini celebró la detención de Rackete y exigió que acabara en la cárcel por «correr el riesgo de matar a militares italianos». Pidió además la incautación de la «nave pirata», una «maxi multa» a la ONG y que los inmigrantes que llevaba a bordo sean trasladados a otros países. «¡Se ha hecho justicia, ni un paso atrás!», comentó exultante en las redes sociales el líder de la Liga.

Cuando los agentes bajaron a tierra a la capitana, convertida ya en un símbolo internacional de la acogida a los inmigrantes, la recibieron con una mezcla de pitos y aplausos el centenar de personas que esperaban en el puerto el desenlace de este pulso entre la 'Sea Watch' y el Gobierno italiano. Habían incluso quien gritaba que quería verla con las esposas puestas. Rackete se encuentra ahora detenida en la comisaría de la Guardia de Finanzas de Lampedusa y se espera que sea trasladada a una cárcel de Sicilia.

Unas horas después de la detención de la capitana llegó la autorización para que los 40 indocumentados que quedaban a bordo de la nave de la ONG pudieran finalmente bajar a tierra. Hay cinco países europeos que están dispuestos a acogerlos: Finlandia, Francia, Alemania, Luxemburgo y Portugal, según anunció el viernes el ministro de Asuntos Exteriores italiano, Enzo Moavero Milanesi.

Uno de los inmigrantes que desembarcaron en Lampedusa. Reuters

«La comandante no tenía otra alternativa. Hacía 36 horas que había declarado el estado de necesidad, pero las autoridades italianas lo habían ignorado», comentó a los medios locales Giorgia Linardi, portavoz en Italia de Sea Watch. Leonardo Marino y Alessandro Gamberini, abogados de esta organización humanitaria alemana, comentaron por su parte que la decisión de Rackete había sido «desesperada», pero no quedaba otra alternativa al encontrarse en una situación que era igualmente «desesperada». A bordo de la nave humanitaria había cinco parlamentarios italianos que, con su presencia, querían apoyar su labor y mostrar su rechazo a la postura del Gobierno.

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