El SPD refrenda la gran coalición alemana

Antes de la votación, Walter-Bojans y Esken habían evitado plantear el fin de la alianza, que criticaron, pese a todo, como el origen de todos los males que afectan al SPD. «Era y soy escéptica ante una continuidad de la gran coalición», dijo Esken poco después de su elección. A juicio de la nueva copresidenta de los socialdemócratas el SPD ha sido en los últimos años «más gran coalición que una fuerza independiente».

Tras ganar en segunda vuelta la elección interna por las bases del SPD frente al duo formado por el vicecanciller federal y ministro de Finanzas, Olaf Scholz, y la experta en política regional Klara Geywitz con un 51,3% de votos, la nueva pareja presidencial socialdemócrata obtuvo unos resultados respetables en la votación durante el congreso. Walter-Borjans, exministro de Finanzas en el Estado de Renania del Norte Westfalia, consiguió el respaldo del 89,2% de los delegados y Saskia Esken, diputada en el Bundestag por la Selva Negra, el 75,9%. Andrea Nahles, su antecesora en el cargo, consiguió en su elección en abril de 2018 un 66% de votos, aunque hubo en esa ocasión otra candidata, mientras los nuevos presidentes del SPD no tuvieron este viernes rivales y se presentaron en solitario.

En su intervención, los nuevos presidentes del SPD expresaron su intención de cambiar la política de su partido radicalmente, pero sin crear traumas y tratando de aunar todas las tendencias. «Es hora de que volvamos atrás», dijo Saskia Esken, para la que los socialdemócratas deben mostrar a partir de ahora «un perfil claro, un curso claro y un lenguaje claro». Criticó duramente a la presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Annegret Kramp-Karrenbauer, por condicionar la aprobación de la renta básica, una de las grandes demandas del SPD, a la continuidad de la gran coalición. Tras calificar de «chantaje» esa amenaza, dijo que la líder del partido conservador se mostró «irrespetuosa» y subrayó que «esa no es forma de convivir» con quienes desea conservar como socios.

Más concreto a la hora de plantear exigencias a cristianodemócratas y socialcristianos bávaros (CDU/CSU) fue Walter-Borjans. Cuestionó el llamado 'cero negro', el equilibrio presupuestario sin asunción de nueva deuda que preconizan los conservadores. Un «país sin deudas» será «terrible» si conlleva un medio ambiente contaminado, unas infraestructuras obsoletas y un retroceso tecnológico, dijo el nuevo copresidente del SPD. «Si el 'cero negro' impide un futuro mejor para nuestros hijos, entonces debe desaparecer», afirmó Walter-Borjans.

No fue la única demanda. Exigió también revisar y hacer más estricto el pacto climático recientemente aprobado por el Ejecutivo, aunque eso suponga dificultar la colaboración con la CDU. Para mantener a largo plazo una coalición que nadie quiere «no podemos permitir que toda una generación se distancie del SPD», dijo tajantemente.