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Matteo Renzi. Vídeo: atlas

Renzi consuma la crisis política en Italia al retirar del Gobierno a sus ministras

Al jefe del Ejecutivo, Giuseppe Conte, le tocará reorganizar la coalición que sostiene al gabinete para evitar la celebración de elecciones anticipadas

darío menor

Corresponsal. Roma

Miércoles, 13 de enero 2021

Matteo Renzi sigue empeñado en que los italianos no se olviden de él. Al que fuera primer ministro entre febrero de 2014 y diciembre de 2016 le debe de saber a poco ser el líder de una formación política minúscula, Italia Viva, escindida del Partido ... Democrático (PD) en 2019, por lo que cíclicamente trata de volver a la primera línea. Este miércoles lo consiguió al consumar su amenaza y retirar del Gobierno a las dos ministras de su formación: Teresa Bellanova, titular de la cartera de Agricultura, y Elena Bonetti, responsable de Igualdad de Oportunidades y Familia.

Con este movimiento, que coincide con el día en que el país superó los 80.000 muertos por coronavirus, se abre un nuevo escenario que resulta inaceptable para la mayoría de la población. Lo refleja una encuesta publicada por el 'Corriere della Sera', según la cual el 73% de los italianos considera que Renzi solo persigue sus propios intereses con esta crisis, cuyas consecuencias son imprevisibles. Excepto los partidos de derechas de la oposición, el resto de protagonistas de la política italiana descartan por el momento la convocatoria de elecciones anticipadas. Al primer ministro, Giuseppe Conte, le tocará no obstante forjar una mayoría alternativa que le permita terminar la legislatura, cuyo final natural no llega hasta 2023.

El Movimiento 5 Estrellas (M5E) y el PD, socios principales de la coalición gubernamental, están dispuestos a mantener su alianza pese a la retirada de Italia Viva, que les deja en minoría en el Parlamento. Además de buscar nuevos apoyos entre los llamados 'responsables', senadores y diputados de otros partidos que no desean adelantar los comicios, Conte podría intentar convencer a Renzi para que dé marcha atrás. «Confío en que podamos sentarnos alrededor de una mesa para lograr una mayor y nueva cohesión», comentó el primer ministro antes de que se consumara la dimisión de Bellanova y Bonetti.

LA CLAVE:

  • 2023 es el año en que está previsto que acabe la legislatura si no se celebran comicios antes.

  • Un nuevo desafío. El presidente de laRepública deberá ahoraejercer de árbitro entrelos diferentes partidos

Renzi justificó su decisión por la ineficacia con que, en su opinión, ha operado el Ejecutivo. «Alguien tiene que tener el coraje de decir que el rey está desnudo», comentó, insistiendo en que su partido «no acepta la transformación de la democracia en un gran 'reality show'». Aunque hace 16 meses fue uno de los grandes artífices de la coalición que ha sostenido hasta ahora a Conte, en su comparecencia de ruptura se despachó a gusto en sus críticas al Gobierno. La más concreta fue cuando afeó que no estuviera dispuesto a solicitar el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), algo inaceptable para el socio principal del Gobierno, el M5E.

«El MEDE significa más fondos para la sanidad», repitió hasta en tres ocasiones el antiguo 'niño prodigio' de la política italiana. Flanqueado por Bellanova y Bonetti, aseguró que «es más difícil dejar un cargo que agarrarse al 'statu quo'». Bellanova comentó por su parte que el Ejecutivo no tiene «un programa sobre cómo gobernar hasta el final de la legislatura».

Como cada vez que se desata una de las habituales crisis políticas del país, los italianos dirigen ahora su mirada al presidente de la República, Sergio Mattarella, al que le corresponde el papel de árbitro entre los partidos y de muñidor de acuerdos que garanticen una mínima gobernabilidad. A sus 79 años, al jefe del Estado le toca forjar el tercer Gabinete de esta legislatura, después del primer Ejecutivo liderado por Conte, apoyado por una coalición entre el M5E y la Liga de Matteo Salvini, y del llamado 'Conte bis', la experiencia política que ahora concluye.

Mattarella, que goza de una amplísimo respeto entre sus conciudadanos, afronta esta nueva patata caliente a un año de que concluya su mandato. Precisamente la elección de su sucesor, que le corresponde al Parlamento, constituye uno de los mayores incentivos para encontrar un Gobierno alternativo que evite la celebración de elecciones anticipadas. Si se celebrasen comicios en unos pocos meses, los sondeos vaticinan una clara victoria de los partidos de derechas (la Liga, Hermanos de Italia y Forza Italia), que tendrían mayoría para elegir a un presidente de la República a su medida. Esa posibilidad puede ser el mejor incentivo para dar vida a un nuevo Ejecutivo sin que se disuelva el Parlamento, de manera que el M5E, el PD e Italia Viva tengan la voz cantante a la hora de designar al sucesor de Mattarella.

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