El presidente de Polonia, Andrzej Duda. EFE

El presidente polaco veta la polémica regulación de los medios de comunicación

«Ya tenemos bastantes problemas» , declara Andrzej Duda sobre una norma que la oposición ve destinada a controlarla libertad de expresión

m. pérez

Lunes, 27 de diciembre 2021, 21:52

El presidente de Polonia, Andrzej Duda, anunció este lunes su veto a la polémica ley de medios de comunicación impulsada por el Gobierno del partido ultraconservador Ley y Justicia (PIS). «La estoy vetando», declaró en una breve comparecencia el mandatario, quien goza del poder para ... tomar esta decisión una vez que la norma alcanzara una especie de 'empate técnico' tras ser rechazada por el Senado y aprobada por el Congreso, que ahora debe debatirla de nuevo.

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«Ya tenemos bastantes problemas», adujo Duda como explicación a su veto, consciente de que la controvertida normativa enfrenta al Ejecutivo con una ferrea oposición y al propio país con el descrédito de la Unión Europea y la reticencia de Estados Unidos a continuar sus relaciones comerciales. La ley de medios le ha granjeado al gabinete del primer ministro Mateusz Morawiecki y al partido gubernamental la enemistad de miles de ciudadanos que el pasado día 20 se manifestaron en más de cien ciudades en contra de su aprobación; también de la oposición liderada por el expresidente del Consejo Europeo Donald Tusk, que considera que el Ejecutivo quiere amordazar la libertad de prensa; y de la Casa Blanca, cuyo portavoz advirtió que Estados Unidos tomaría medidas si se afectaba a la propiedad mayoritaria del canal Discovery sobre la TVN, la principal cadena privada de Polonia.

El proyecto legislativo delimita la influencia del capital extranjero, entendido como tal el de empresas situadas fuera del Espacio Schengen, en los medios de comunicación polacos. Según las autoridades, se trata de incentivar el proteccionismo hacia las empresas nacionales y evitar la irrupción de inversores de países como China o Rusia, a los que no considera fiables.

LA CLAVE:

  • Coste económico. El mandatario teme las repercusiones que el proyecto tendría en la relación con EE UU

Sin embargo, Washington, al igual que la oposición polaca, no lo ve así. La versión de los críticos es que el Gobierno conservador persigue el control de los medios no afines y camina hacia un «Estado autoritario», lo cual viene a sugerir que llueve sobre mojado tras la polémica internacional por la reforma judicial en Polonia, que la Unión Europea ha rechazado por socavar la independencia de los jueces. Incluso Discovery emitió un comunicado en el que califica la ley de medios como un «ataque a los principios nucleares de la democracia».

Andrzej Duda aludió este lunes al coste económico que supondría para las arcas nacionales la aprobación de este proyecto legislativo. En primer lugar, porque amenaza los acuerdos bilaterales vigentes desde hace tres décadas con Estados Unidos que han dado lugar a una relación comercial estable y que podría verse beneficiada en el futuro con el deseo de la UE y Washington de fortalecer sus vínculos económicos. «Si hemos llegado a un acuerdo tenemos que mantenerlo. Si no lo hacemos, los demás tampoco cumplirán. Somos un Estado con honor y cuando hacemos un acuerdo, nos adherimos a él», sentenció el presidente, quien reconoció que el Gobierno se enfrentaría además a un litigio judicial con el consorcio TVN-Discovery de nefastas consecuencias. «Tendríamos otra disputa con una empresa, lo que significaría costes considerables para Polonia. Hay miles de millones de dólares en juego», destacó.

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Ruptura de la coalición

Desde su nacimiento, el proyecto ha supuesto un alto desgaste para el Ejecutivo y el PIS. Después de dos años de coalición con otra formación con la que componía la plataforma Derecha Unida, el partido se quedó solo el pasado agosto con la aprobación por primera vez del texto legislativo. Disconformes con esta norma, sus socios apostaron por la ruptura como colofón a una crisis cuajada de de ceses y dimisiones en la coalición. A eso cabe añadir la severa oposición liderada por Donald Tusk y un sector importante de la población, que también tuvieron cabida en la declaración de este lunes del presidente al admitir su «preocupación» por las manifestaciones públicas.

Sorprendido, el PIS planifica ahora su siguiente estrategia. El veto presidencial devuelve el proyecto de ley al Congreso, que solo hace diez días le había dado su visto bueno por segunda vez. Los ultraconservadores podrían sortearlo si logran el apoyo de tres quintos de la Cámara, pero resulta poco probable ya que necesitan 276 votos y en la última sesión cosecharon 229. Duda les animó este lunes a readaptar la norma porque, pese a todo, es partidario de una regulación de los medios. «En todos los países democráticos, tales restricciones están para prevenir el auge de monopolios mediáticos, pero también limitan la influencia extranjera y cada Estado se guía por sus propios principios de interés nacional», ilustró citando a España, Francia, Alemania y Estados Unidos.

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