Beatriz Juez
París
Martes, 28 de septiembre 2021, 19:06
Pulso entre París y los países del Magreb, a seis meses de las elecciones presidenciales en Francia. París anunció este martes una reducción «drástica» del número de visados para ciudadanos marroquíes, argelinos y tunecinos. El presidente Emmanuel Macron ha dado órdenes para que se reduzcan ... a la mitad los visados en el caso de Argelia y Marruecos y en un 30% los de Túnez.
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La razón esgrimida por París para endurecer los requisitos para la concesión de visados: el «rechazo» de estos tres países magrebíes a otorgar salvoconductos consulares para el regreso de sus nacionales que tienen una orden de expulsión del territorio francés.
«Es una decisión drástica, es una decisión inédita, pero es una decisión pertinente por el hecho de que estos países no aceptan readmitir a sus nacionales que no queremos o no podemos mantener en Francia», explicó Gabriel Attal, portavoz del Gobierno, en una entrevista en la radio Europe 1.
Attal explicó que París optó primero por el «diálogo» diplomático con esos tres países, después vinieron «las amenazas». «Y hoy ejecutamos esta amenaza», añadió el portavoz. El objetivo es presionar a estos países para que cooperen más con París y emitan más salvoconductos consulares.
Para poder expulsar a un inmigrante en situación irregular que tiene una orden judicial de expulsión del territorio francés, pero no tiene pasaporte o papeles en regla, se necesita el acuerdo del Gobierno del país de origen. Éste debe concederle un salvoconducto consular para que pueda regresar a casa. El problema es que muchas veces los Gobiernos no cooperan y Francia no pueden expulsarlos de su territorio.
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Por ejemplo, la justicia francesa dictó entre enero y julio de este año la expulsión de 7.731 argelinos, de los que sólo se llevaron a cabo 22. En el caso de Marruecos, de las 3.301 expulsiones dictadas se ejecutaron 80 y en el caso de Túnez ha habido 131 expulsiones de las 3.424 ordenadas por jueces franceses, según datos publicados por la prensa francesa.
La inmigración será uno de los temas centrales de la campaña presidencial en Francia. El anuncio de que el Gobierno francés endurecerá los procedimientos para la concesión de visados a ciudadanos del Magreb coincidió con la presentación del programa en materia migratoria de la candidata de extrema derecha Marine Le Pen.
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La líder ultraderechista anunció que si en abril de 2022 es elegida presidenta de Francia organizará un referéndum sobre inmigración. Le Pen también prometió «prestaciones familiares reservadas a los franceses, la prohibición de la regularización de los clandestinos, la expulsión de los extranjeros delincuentes y el fin de la reunificación familiar».
La líder de Reagrupación Nacional (RN) advirtió contra «los falsos profetas» que prometen «un limpiador caído del cielo» en materia migratoria. Le Pen se refería, sin nombrarlo, al polemista y ensayista de extrema derecha Eric Zemmour, que coquetea con presentarse a las elecciones presidenciales. Si Zemmour se presenta finalmente a los comicios, le quitaría votos a Le Pen y podría en peligro su clasificación para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
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París vende a Grecia tres fragatas tras la crisis de los submarinos Grecia comprará a Francia tres fragatas de tipo Belharra, anunciaron este martes en París el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.
Atenas ya anunció este año la compra de 24 aviones de combate Rafale en un intento de reforzar su músculo militar ante las provocaciones de Turquía en el Mediterráneo oriental. Esta venta, por valor de unos 3.000 millones de euros, supone un pequeño consuelo para París, después de la crisis de los submarinos australianos. Camberra canceló este mes el contrato para comprar a Francia 12 submarinos de propulsión convencional, por valor de 56.000 millones de dólares.
Australia lo hizo tras llegar a un acuerdo con Estados Unidos y el Reino Unido para la creación de Aukus, una alianza estratégica militar para contrarrestar los avances de China en la zona del Indo-Pacífico. París, molesta por no haber sido avisada antes, llegó a llamar a consultas a sus embajadores en Estados Unidos y Australia en señal de protesta. Consideraba que Washington había torpedeado el acuerdo de los submarinos. Tras esta crisis diplomática, el embajador francés regresará este miércoles a Washington, anunció Macron.
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