La UE y Londres abren otra negociación pos 'brexit' a contrarreloj

Resultado: «se intensificarán las conversaciones en julio para crear las condiciones más propicias que permitan concluir y ratificar un acuerdo». «Esto debería incluir, si es posible, encontrar un entendimiento temprano sobre los principios» que sustentarán ese futuro vínculo. Así se destaca en la declaración lanzada de forma simultánea en ambos lados del Canal de la Mancha al término de la cita telemática que el 'premier' británico Boris Johnson mantuvo con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; y el de la Eurocámara, David Sassoli.

La situación es poco alentadora. Cuatro rondas negociadoras y un profuso intercambio de documentación (todo ello complicado por el contexto pandémico) han conducido al estancamiento. Y Barnier y Frost se han culpado mutuamente de ello. El primero, acusando a Reino Unido de no respetar los compromisos adquiridos en el pacto de divorcio.

Y el segundo reprochando a la UE «un enfoque ideológico» que interpreta como injerencia cuando –ha insistido Frost–, lo único que Londres persigue es un tratado de libre comercio 'clásico' similar al que la Unión tiene con Canadá._Sin reparar, eso sí, en que éste (que suprime el 99% de los aranceles) requirió siete años de discusiones.

Intención de «trabajar arduamente» para conseguir que UE y Reino Unido pacten un futuro común «que funcione en interés de los ciudadanos». Y confirmación de asumir «los compromisos» establecidos en el Acuerdo de Retirada que las partes ratificaron formalmente el pasado enero. Son otros aspectos destacados de ese texto escueto e impreciso, redactado para no cerrar puertas. Las partes «se felicitan por los constructivos debates» sobre la futura relación que han dirigido Frost y Barnier. Porque, aunque no hayan llegado a nada concreto, sí «han permitido a ambas partes aclarar y comprender mejor sus posiciones».

Pero el calendario obliga. Y mucho. El pacto debería cerrarse en octubre para que pueda ser tramitado y ratificado a tiempo tanto en Londres como en Bruselas para su entrada en vigor el 1 de enero del próximo año. Y aún no hay entendimiento en aspectos fundamentales como el acceso recíproco a las aguas para los pesqueros; la competencia en igualdad de condiciones de las empresas (estándares europeos y ayudas de Estado) e incluso la cooperación policial o judicial. En todo lo esencial.

El presidente del Consejo Europeo, el belga Michel, advertía a través de las redes sociales que si bien la UE pretende conseguir «un acuerdo amplio y ambicioso que sea de interés para ambas partes», no lo hará a cualquier precio. «Ready to put a tiger in the tank but not to buy a pig in a poke», escribió en inglés. Algo así como dispuestos a hacer todo lo que necesario para el acuerdo. Pero no se aceptará «gato por liebre». Competir en igualdad de condiciones es «esencial», subrayó.