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Darío Menor
Roma
Martes, 15 de diciembre 2020, 12:48
El Gobierno italiano baraja la aprobación de nuevas restricciones durante las fiestas navideñas para tratar de evitar una tercera ola de la pandemia, que deja en el país más de 65.000 muertos, la cifra más alta de toda Europa. Aunque hace un mes que ... se superó el pico de contagios, siguen falleciendo más de 500 personas diarias por culpa de la Covid-19, mientras que el sistema sanitario continúa bajo una fuerte presión en varias regiones italianas.
Tras analizar la situación epidemiológica con los miembros del Comité Técnico-científico, el Ejecutivo podría decretar un confinamiento duro para los días más señalados de la Navidad y en los que más desplazamientos y encuentros familiares suelen realizarse: 24, 25, 26 y 31 de diciembre y 5 y 6 de enero. Otra alternativa sería colocar a todo el país durante el período navideño en 'zona naranja', la penúltima fase más restrictiva de los contempladas por el Gobierno, lo que supondría el cierre de los restaurantes y bares y la prohibición de salir del propio municipio. Según los medios locales, también cabe la posibilidad de que se adelante el inicio del toque de queda a las 18 o a las 20 horas, respecto a las 22 actuales.
«Mi opinión es clara: las nuevas medidas nos pueden ayudar durante las semanas de vacaciones de Navidad para evitar una tercera ola», comentó el ministro de Sanidad, Roberto Speranza. «Es verdad que en las últimas semanas ha habido una leve flexión debido a las medidas adoptadas, pero los números son todavía muy significativos», dijo. Speranza es uno de los miembros del Gabinete liderado por Giuseppe Conte que más presionan para la aprobación de restricciones ulteriores, mientras que otros ministros son partidarios de una mayor laxitud. Se espera que entre hoy y mañana el Gobierno anuncie si hay cambios.
Las eventuales medidas tendrán un coste adicional para sectores ya muy castigados por la pandemia, como la hostelería o el comercio. La patronal presiona para que se deje la situación como está. «Nos espera una Navidad escuálida. pero las personas están cansadas de esta situación y quieren salir de ella. Y si alguien muere, pues paciencia», comentó el presidente de Confindustria en Macerata, Domenico Guzzini, en una declaración tan polémica como sincera.
Con las posibles restricciones adicionales que entren en vigor durante las fiestas, Italia trata de salvar la vuelta a las aulas de los alumnos de institutos y universidades, programada para el 7 de enero, un día en el que el país retomará en principio la plena actividad. Se pretenden minimizar además las consecuencias del temido éxodo del próximo fin de semana. Antes de que entre en vigor el lunes la prohibición de la movilidad entre regiones se esperan millones de desplazamientos de estudiantes, trabajadores y familias, que vuelven a sus lugares de origen o no renuncian a visitar a sus familiares o a pasar unas vacaciones en segundas residencias.
En la decisión que finalmente tome el Ejecutivo pueden pesar las imágenes que se han visto durante los últimos fines de semana en las grandes ciudades del país, con numerosas aglomeraciones en las zonas comerciales. «Es legítimo que las personas salgan de compras y a dar una vuelta, pero no deben ir todas al mismo lugar», advirtió Speranza.
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