Secciones
Servicios
Destacamos
Beatriz Juez
Corresponsal en París
Martes, 12 de octubre 2021, 22:14
Aunque el presidente francés, Emmanuel Macron, todavía no ha anunciado oficialmente su candidatura a las elecciones presidenciales de abril de 2022, ya piensa en 2030. Bajo ese horizonte, este martes presentó un programa de inversiones masivas por valor de 30.000 millones de euros en ... los próximos cinco años cuyo objetivo será reindustrializar Francia para que vuelva a ser «una gran nación de innovación».
Macron quiere revitalizar el 'made in France' (fabricado en Francia) y que la economía nacional sea más tecnológica, digital y ecológica. Apuesta para ello por el hidrógeno verde, los coches eléctricos e híbridos y la descarbonización, pero también destaca su interés por la reactivación de la energía nuclear con la construcción de nuevas minicentrales. El territorio galo es el mayor productor de la UE de esta energía. El 77% de su consumo eléctrico procede de los 58 reactores en funcionamiento, que también abastecen a países como España.
El plan 'Francia 2030', nombre del programa de inversiones anunciado por Macron, permitirá «retomar el camino de la independencia de Francia y de la Unión Europea» y «responder a los grandes desafíos de nuestro tiempo», dijo el presidente en un discurso en el Palacio del Elíseo ante jefes de empresa, estudiantes, ministros, inversores, investigadores y dueños de 'startups'.
«La estrategia para 2030 debe conducirnos a invertir 30.000 millones de euros para responder al déficit de crecimiento», anunció el mandatario tras explicar que la pandemia de covid-19 nos ha mostrado nuestra «vulnerabilidad» y dependencia del extranjero. «Hace 18 meses, estábamos todos sometidos a la falta de mascarillas», recordó el jefe de Gobierno. «Si hubiera dependido de lo que Francia produce -y se lo digo a aquellos tentados por el nacionalismo- todavía no tendríamos vacuna, pues el país todavía no produce vacuna de ARN mensajero» puntualizó.
Frente a la competencia feroz de las empresas chinas y estadounidenses, el presidente dio a entender que no está dispuesto a quedarse de brazos cruzados y apostó por «reconciliar esta Francia de 'startups' y esta Francia de la industria» e invertir más en sectores clave para lograr «una independencia productiva francesa y europea». Macron quiere, con este programa de inversiones masivas, «que recuperemos un ciclo virtuoso que consiste en innovar, producir, exportar y así financiar nuestro modelo social».
Mientras otros países -como el caso de Alemania- quieren abandonar la energía nuclear, el líder galo cree que es necesario «reinventar» este sector, pues considera que todavía tiene mucho futuro por delante. El presidente anunció la construcción de aquí a 2030 de «reactores nucleares de talla pequeña, innovadores y con una mejor gestión de los residuos». Precisamente, las autoridades se mostraron en febrero a favor de ampliar en diez años la vida útil de las 32 plantas atómicas más antiguas del país, lo que hace suponer que una de las intenciones del Ejecutivo sería reemplazar algunas de ellas por las más modernas en el plazo de una década.
El presidente está convencido de que Francia puede convertirse en los próximos años en líder en hidrógeno verde, «gracias al sector nuclear que nos permite consumir la electricidad suficiente para hacer la electrólisis». Ahora mismo, el país es el menor emisor de dióxido de carbono de la Unión Europea. Con el horizonte puesto en 2030, Macron quiere, entre otras cosas, descarbonizar la industria, producir el primer avión bajo en emisiones de carbono y fabricar dos millones de vehículos eléctricos e híbridos.
Otro objetivo del plan es acelerar la revolución agrícola y agroalimentaria. También prometió que producirán 20 biomedicamentos contra el cáncer y enfermedades crónicas relacionadas con la edad y crearán dispositivos médicos innovadores. Pero Macron también quiere seguir a la cabeza de la producción industrial y cultural, que su país siga formando parte de la «nueva aventura espacial» e invertir más en los fondos marinos.
A seis meses de las presidenciales, la oposición calificó el plan de electoralista. «Nueva jornada de propaganda macronista sobre un plan de inversiones. ¿La verdad? Las sumas estaban ya previstas. Novedad: centrales nucleares por doquier. Quién decide: Macron él solo», juzgó Jean-Luc Melénchon, presidente del partido La Francia Insumisa.
«A meses del final de su mandato, compromete el dinero de los franceses para restaurar su blasón electoral con promesas que solo obligan a su sucesor. Es el 'cueste lo que cueste, quiero salir reelegido'», criticó por su parte la líder ultraderechista Marine Le Pen.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.