Paula Rosas
París
Lunes, 18 de noviembre 2019, 21:09
Hasta 250 niños podrían haber sido víctimas de violaciones y abusos sexuales por parte de un cirujano estomacal francés, hoy jubilado, posiblemente el mayor depredador pedófilo de la historia de Francia. Los hechos habrían tenido lugar a lo largo de 30 años en varias ciudades ... del centro y el oeste francés en las que Joel Le Scouarnec trabajó como médico, agresiones que él mismo fue anotando con todo lujo de detalles en varios cuadernos. El pederasta, detenido desde 2017, había sido acusado hasta ahora de la agresión a cuatro niñas, por lo que se encuentra a la espera de juicio. Pero la investigación ha revelado que las víctimas podrían ser muchas más, según informó ayer la fiscalía de La Rochelle.
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En total se han identificado 250 víctimas potenciales de hechos no prescritos, de las cuales se ha podido entrevistar a 209. Entre ellas, varias tienen «recuerdos precisos», señaló en un comunicado el fiscal Laurent Zuchowicz, y 184 han querido presentar denuncia. En su enorme mayoría eran niños en el momento de los hechos. Muchas de las agresiones se cometieron en Bretaña, donde se ha centrado la investigación.
Le Scouarnec, de 68 años, fue arrestado en mayo de 2017 tras el testimonio de una vecinita de 4 años, que relató haber sido violada por el médico, quien al parecer se paseaba desnudo por su jardín cuando la niña estaba cerca. Los investigadores descubrieron entonces que el cirujano había sido condenado en 2005 a cuatro meses de prisión por posesión de imágenes pedófilas. Él mismo reconoció parcialmente los hechos, y confesó otras agresiones a otras niñas, entre ellas dos sobrinas, una vecina y varias niñas hospitalizadas, que tenían entre 4 y 10 años en el momento de los hechos. Tres de esos casos habían prescrito ya, pero el médico pudo ser procesado por cuatro de los casos, que deberán juzgarse del 13 al 17 de marzo de 2020.
Los investigadores encontraron en el registro de su casa muñecas colocadas en posiciones sadomasoquistas, pelucas, material pedófilo y varios cuadernos en los que el médico había anotado, desde los años 90, los nombres de al menos 200 niños, junto a descripciones de las agresiones sexuales a las que supuestamente les había sometido. Su abogado asegura que, «por muy nauseabundas que sean», se trata de «fantasmadas», pero la investigación deberá determinar ahora si se trata de hechos reales.
Según el abogado de la familia de la vecina, en su despacho del hospital también se encontraron «muñecas en el interior de un armario cerrado con llave, películas de contenido pedófilo en su ordenador personal, frente a las que se masturbaba», señaló a 'Le Monde' la letrada Francesca Satta.
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