Disuelven el Comando de Fuerzas Especiales de la policía de Fráncfort

De los 20 sospechosos, 17 están acusados de compartir en el foro de intercambio de mensajes imágenes de símbolos nazis y de realizar agitación racista. El intercambio de ese tipo de textos y fotos tuvo lugar sobre todo en los años 2016 y 2017, pero también en 2019, explicaron fuentes de la investigación. Entre la imágenes figuran fotografías del dictador y genocida nazi Adolf Hitler, pero también cruces gamadas. Muchos de los textos contienen insultos y comentarios de mal gusto contra peticionarios de asilo. Además tres oficiales de la policía de Fráncfort han sido acusados de encubrimiento y obstaculización de la justicia por tener conocimiento de la existencia del foro y no intervenir para denunciar sus actividades. La Oficina de Investigación de los Criminal (LKA) de Hesse había procedido el día anterior al registro de las viviendas de seis miembros del SEK, así como de sus lugares de trabajo en la sede de la presidencia de la policía de Fráncfort. Hace dos años

El titular de Interior de Hesse no reveló si este caso tiene relación con uno similar descubierto hace dos años en una comisaría de Fráncfort y que condujo a la suspensión y procesamiento de más de una docena de agentes, pero reconoció el «fracaso total» de las medidas tomadas desde entonces para evitar que situaciones así volvieran a repetirse. Beuth anunció que había ordenado al presidente de la policía de la región de Hesse Occidental y antiguo director de un Comando de Fuerzas Especiales Steffan Müller la formación de un gabinete de expertos con la misión de depurar y restructurar la unidad del SEK disuelta. Además denunció que el «embrutecimiento» de un grupo de funcionarios fue asumido pasivamente por una parte de sus superiores. Quien mira hacia otro lado y tolera un comportamiento erróneo es cómplice, advirtió el ministro regional. La disolución del comando supone un serio revés para la policía de Hesse, toda vez que se trata de una tropa de élite cuya misión es intervenir en misiones peligrosas que van desde la toma de rehenes a la lucha antiterrorista.

El nuevo grupo de intercambio de mensajes racistas y ultraderechistas fue descubierto casualmente en el curso de una investigación contra un agente de 38 años de edad del SEK sospechoso de traficar con material pornográfico infantil. Tras la incautación de sus dos teléfonos móviles, un ordenador portátil y varias memorias externas, los responsables de la investigación no solo encontraron ese material pornográfico, sino también los registros del foro de intercambio de mensajes. Solo tuvieron que tirar del hilo para descubrir que otros policías se encontraban implicados.