Una mujer acude a un centro de pruebas de antígenos en Berlín. Efe

Alemania administrará la tercera dosis a toda la población para evitar unas Navidades «terribles»

El país registra el récord de contagios de la pandemia con 65.000 nuevos casos y espera 400 muertes al día en las próximas semanas

Juan Carlos BArrena

Corresponsal en Berlín

Jueves, 18 de noviembre 2021, 08:15

La covid-19 ha puesto en alerta roja a Alemania, que tomará medidas drásticas para frenar el gran repunte de positivos. La Comisión Permanente de Vacunación (Stiko) aconsejó ayer ofrecer de manera inmediata una dosis extra a todos los ciudadanos mayores de 18 años. La ... aplicación de este pinchazo para reforzar la inmunidad contra el coronavirus debe realizarse seis meses después de haber recibido la última vacuna, pero se puede adelantar según criterio de los médicos. Hasta ahora el gremio de expertos había recomendado inyectar la tercera dosis a mayores de 70 años, personas con debilidad inmunológica, residentes en geriátricos o centros de atención a enfermos crónicos y el personal que los atiende, así como a los empleados de hospitales y clínicas.

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El presidente de la Stiko, Thomas Mertens, subrayó que todos ellos tienen preferencia con la dosis extra. También quienes no se hayan vacunado hasta ahora y acudan a hacerlo tendrán prioridad. Además, aconseja que, con independencia de la vacuna que se haya recibido antes, la nueva sea un preparado de ARN mensajero, como es el caso del fabricado por Pfizer/BioNTech. El ministro federal de Sanidad en funciones, Jens Spahn, había comunicado anteriormente que Alemania dispone de suficientes reservas de vacunas como para inmunizar a quienes no lo han hecho aún y ofrecer la dosis de refuerzo a toda la población.

Esta medida radical llega cuando la cifra de contagios se ha desbocado al alcanzar este jueves la cifra récord absoluta de 65.371 nuevas infecciones en 24 horas, superando por primera vez desde el comienzo de la pandemia la cota de las 60.000 y una semana después de que se sobrepasaran las 50.000. El Instituto Robert Koch (RKI), responsable de coordinar la lucha contra la enfermedad en este país, anunció también una nueva marca para la incidencia del virus, que se eleva a 336,9 casos por cada 100.000 habitantes a siete días.

El índice de ingresados en hospitales por un contagio con el virus, parámetro decisivo para aumentar las restricciones, aumentó a 5,15 personas por cada 100.000 habitantes en una semana. El nivel más alto se alcanzó la Navidad pasada con 15,5 casos. En toda Alemania se registraron en la última jornada 264 fallecimientos por la enfermedad. Hace una semana eran 235 y desde el comienzo de la epidemia han muerto 95.538 personas en Alemania como consecuencia de una infección de covid-19.

«Nos dirigimos por el momento hacia una situación crítica. Vamos a vivir realmente unas Navidades terribles si no damos ahora un golpe de timón», advirtió el presidente del RKI, Lothar Wieler, quien comentó que la cifra de nuevas infecciones supera con seguridad los registros oficiales. «Son el doble o el triple» mayores, afirmó Wieler en declaraciones televisivas.

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Muertes previstas

Destacó que el índice de fallecimientos es del 0,8% de los contagios, lo que quiere decir que en las próximas semanas van a morir en Alemania más de 400 personas al día. «Y eso no hay quien lo cambie», dijo el presidente del RKI, quien destacó que «nunca hasta ahora habíamos estado tan preocupados» por la situación de los hospitales desde el comienzo de la pandemia. El virólogo alemán señaló que el número de paciente graves aumenta constantemente, lo que hace que para pacientes con un derrame u otra enfermedad grave haya que buscar durante dos horas una cama libre en cuidados intensivos en algunas regiones. «La atención hospitalaria ya no se atiene a las normas en algunos estados federados», añadió Wieler, quien afirmó que la situación se agravará aún más.

«Los pronósticos son superfunestos. Son realmente funestos», subrayó el especialista. La cuarta ola superará todo lo conocido hasta ahora si no se toman medidas «restrictivas para la población» y si no se incrementa con fuerza la tasa de vacunación, agregó el presidente del RKI. Esta última no alcanza aún el 70% de la población, una de las más bajas de Europa occidental, junto a las de Austria y Suiza.

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