David Sassoli. EP

El certificado para viajar en verano crea fricciones entre la Eurocámara y los Estados

Muchos grupos políticos incidieron en la necesidad de que los test sean gratuitos

salvador arroyo

Corresponsal. Bruselas

Miércoles, 28 de abril 2021, 21:20

Las líneas rojas ya están trazadas. Y a partir de hoy comienza a correr el tiempo para superarlas y conseguir que la UE esté en condiciones de activar en junio el 'pase' que permitirá los desplazamientos no esenciales y, en definitiva, la reactivación del turismo. ... El Parlamento Europeo presidido por David Sassoli ha fijado ya la posición que tendrá frente a la Comisión y el Consejo en las negociaciones del Certificado Verde Digital. Y avisa de que será muy escrupuloso con la protección de los datos tanto personales como sanitarios; con el carácter temporal de esta suerte de 'pasaporte' y, sobre todo, que no va a pasar por «una nueva cacofonía de restricciones» (léase cuarentenas o test complementarios) en los países de destino a los portadores del futuro documento oficial.

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El documento, que se emitirá bien en papel bien digital tendrá en cuenta tres posibles variables: estar vacunado contra el coronavirus, poseer un test PCR negativo de contagio, o una prueba de anticuerpos que certifique que se ha superado la enfermedad.

Muchos grupos políticos incidieron en la necesidad de que los test sean gratuitos. Una petición considerada como difícil de satisfacer por el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders. Es una cuestión de los Estados. Si no fuera factible el coste cero sí al menos se exigirá una regulación de precios con máximos asumibles. Ahí estará una de las dificultades de la negociación.

Pero no será ni la única ni la más relevante, teniendo en cuenta la carga de los mensajes que se vienen lanzando desde hace días. El más insistente: «No aceptaremos medidas como las cuarentenas a las personas vacunadas», remarcó Fernando López-Aguilar, presidente de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior (Libe). Ese punto generará fricciones. Como la posibilidad de que los gobiernos puedan utilizar ese documento para controles internos de sus ciudadanos en el acceso a recintos públicos o privados.

Reynders pidió flexibilidad en relación con las restricciones de cuarentenas o test adicionales. El belga se apoyó en el argumento de que no hay certificación científica que garantice que las personas vacunadas no se puedan contagiar y menos aún en el contexto de nuevas mutaciones del virus. El Parlamento Europeo exige asimismo que los datos privados de los ciudadanos que pidan este certificado no se almacenen en ninguna base de datos europea, sino en los servicios sanitarios de cada país.

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