Lugar donde se ha producido en ataque, en Romans-sur-Isère. EFE

Dos muertos y cinco apuñalados en un ataque indiscriminado en Francia

El agresor, un sudanés al que se investiga si tiene vínculos terroristas, fue detenido tras acuchillar a los transeúntes en una localidad del sureste galo

paula rosas

Corresponsal en París

Sábado, 4 de abril 2020, 21:50

Un hombre armado con un cuchillo mató hoy a dos personas e hirió a otras cinco en Romans-sur-Isère, en el sureste francés, en lo que parece ser un nuevo atentado terrorista. El agresor, un sudanés de 33 años, fue detenido por la ... Policía después de que apuñalara indiscriminadamente a todas las personas con las que se fue encontrando en la calle y en varios comercios del centro de esta localidad.

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La Fiscalía antiterrorista se hizo cargo del caso tras encontrarse en la vivienda del atacante varios documentos con connotaciones religiosas en las que el autor «se quejaba de vivir en un país de infieles», señaló la propia Fiscalía en un comunicado. Varios testigos aseguraron además a la radio France Bleu Drôme Ardèche que el atacante gritó «Allahu akbar» (Dios es el más grande) antes de cometer los asesinatos. La Policía, según las primeras informaciones, también le escuchó recitar en árabe la Shahada, la profesión de fe islámica (No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta).

El ataque se inició poco antes de las once de la mañana, cuando Abdallah A. O. entró en un estanco y agredió al dueño, que se encuentra muy grave, y a su esposa. De allí pasó a una carnicería, saltó por encima del mostrador para robar otro cuchillo más grande y segó la vida de un cliente. En su huida, apuñaló a otro viandante frente a un supermercado, mató a un hombre que en ese momento estaba abriendo las contraventanas de su casa y consiguió herir a otras dos personas más.

Una patrulla policial lo interceptó poco después y consiguió detenerle. Al parecer, el agresor pidió a los agentes que «lo mataran». El hombre, que llevaba documentación encima, no estaba fichado por los servicios de inteligencia ni por las fuerzas de seguridad, que registraron su vivienda y detuvieron a su compañero de piso.

Debido al confinamiento por la epidemia de COVID-19, las calles se encontraban semidesiertas, lo que pudo evitar una matanza aún mayor. «Se aclarará este acto odioso que pone de luto a nuestro país, ya duramente golpeado estas últimas semanas», dijo este domingo en un mensaje en las redes sociales el presidente, Emmanuel Macron.

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