La UE alerta a las empresas que se preparen para el 'brexit' abrupto

La Comisión propone al Gobierno británico la continuidad en el reconocimiento de licencias de aviación al menos durante seis meses, de tal modo que seguirán como hasta ahora los vuelos de aviones británicos cruzando el espacio aéreo comunitario o aterrizando para el transporte de pasajeros y de carga. Estas medidas, como las del transporte por carretera, dependen de la reciprocidad por parte británica.

Si el reconocimiento legal de los transportistas no se prolongase más allá del 1 de enero, por falta de acuerdo con la extensión de seis meses propuesta por la UE, se regresaría a un sistema de cuotas, causando una perturbación mayúscula en el comercio de mercancías. Se abriría así un período de seis meses también para negociar un acuerdo sobre las reglas futuras.

El capítulo de pesca es distinto. La Comisión propone a Reino Unido que hasta el 1 de enero de 1922 las flotas británicas y comunitarias faenen en los caladeros de sus respectivas aguas territoriales como hacen ahora. La pesca es uno de los temas más complicados en la negociación y en ese contexto la propuesta de la Comisión parece la más difícil para su aceptación por la parte británica.

Un portavoz del Gobierno de Londres ha afirmado que se están analizando los detalles de las propuestas, subrayando que el objetivo sigue siendo el de alcanzar un acuerdo que permita evitar contingencias temporales. El ministro de Exteriores, Dominic Raab, ha asegurado que es «improbable» que la negociación se extienda más allá del domingo. La presidente de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha afirmado que en esa fecha se tomará una decisión.

La Comisión ha decidido publicar estas medidas de contingencia- que ya se anunciaron en 2019 cuando la negociación con el Ejecutivo de Theresa May estaba también encallada- ante la evidencia de que el riesgo de una separación sin acuerdo ha aumentado considerablemente. Uno de sus portavoces señaló que las propuestas no están vinculadas sino que deben aprobarse por separado.

La Comisión pide también a las empresas comunitarias que presenten atención a los 89 documentos que ha publicado sobre los efectos sectoriales del «brexit' en el final de año y señala que, en este momento, no es necesario que los gobiernos de los estados miembros adopten medidas propias.

En caso de que que no haya acuerdo, el tránsito de mercancías entre las dos áreas será regido por el régimen arancelario de la Organización Mundial de Comercio. En su evaluación de las consecuencias de tal situación, la Comisión Europea afirma que estas medidas transitorias son necesarias hasta la ratificación de los tratados internacionales que cubren cada sector, o de un acuerdo entre Londres y Brfuselas «para evitar las perturbaciones consiguientes, incluyendo las que afectan al orden público». Grandes supermercados británicos, como Tesco, están almacenando abastecimientos adicionales para evitar el riesgo de que el público se encuentre con estanterías vacías a partir del 1 de enero.

La UE se ha comprometido a poner en marcha controles aduaneros de las mercancías exportadas al mercado común desde Reino Unido en esa fecha. Las aduanas británicas aplazarán el registro de documentación y el pago de impuestos y aranceles durante seis meses. Se teme que las colas en dirección a Francia causen largos atascos, en particular en el puerto de Dover, que afectarían también a los transportistas españoles, por ejemplo, que regresan tras entregar su carga.