Alemania recuerda con un acto de estado a los 80.000 muertos de la pandemia

«La pandemia ha desgarrado heridas profundas y abierto terribles vacíos», señaló el máximo mandatario germano en el acto en el Konzerthaus de la capital alemana. «No hay palabras para describir su dolor», añadió al dirigirse a los familiares y amigos de los fallecidos en la epidemia, a los que aseguró que «no estáis solos en vuestro dolor, no estáis solos con vuestro luto». El presidente alemán comentó haber hablado con numerosos allegados de víctimas de la enfermedad y dijo que unos sufren por no haber tenido la oportunidad de acompañar personalmente a sus seres queridos en sus últimos momentos de vida y otros porque no pudieron darles sepultura como hubiesen deseado.

«Desde el comienzo de la catástrofe controlamos a diario fascinados las tasas de infección y las cifras de fallecidos, seguimos el desarrollo de las curvas, comparamos y valoramos», señaló Steinmeier, que calificó de comprensible esa actitud, aunque seguidamente subrayó que «tengo la impresión de que como sociedad no somos lo suficientemente conscientes de que tras esos números se encuentran personas».

Su sufrimiento y su muerte han sido con frecuencia invisibles para la opinión pública, añadió el jefe del estado germano, quien advirtió de que «una sociedad que no reconoce ese sufrimiento acabará dañada en su totalidad». Igualmente llamó a tomar en serio las consecuencias sociales de la pandemia. «Si reflexionamos hoy un momento, seremos conscientes de que el virus ha sacudido y herido a nuestra sociedad mucho más de lo que estamos dispuestos a asumir en nuestra vida cotidiana. Somos conscientes de lo duramente que nos afecta», comentó Frank Walter Steinmeier, que se refirió a la preocupación e incertidumbre generalizadas y al sufrimiento individual y colectivo bajo las restricciones.

«Pero también sabemos que el virus no amenaza a todos por igual y que las restricciones no afectan a todos con la misma severidad. Recordamos hoy también a todos aquellos a los que esta crisis castiga de manera especialmente dura», dijo el presidente de Alemania en su discurso tras un oficio ecuménico con representantes de las iglesias católica, protestante y ortodoxa, pero también un alto imán musulmán y un rabino judío. Un acto al que acudieron también los máximos representantes de los poderes públicos del país, desde la canciller federal, Angela Merkel, a los presidentes de las dos cámaras parlamentarias, Wolfgang Schäuble por el Bundestag y Reiner Haseloff por el Bundesrat, o el presidente del Tribunal Constitucional germano, Stephan Harbarth.

Los fallecidos faltan «en sus familias y entre sus amistades, entre sus vecinos, en el círculo de sus compañeros de trabajo, en nuestra sociedad», comentó Steinmeier, y subrayó que, aunque no van a retornar, «permanecerán en nuestro recuerdo. No vamos a olvidarlos». Además del luto y el dolor, para muchas personas la pandemia ha supuesto «ira y amargura», agregó el presidente alemán, quien reconoció que «la política ha tenido que tomar decisiones difíciles y a veces trágicas para evitar catástrofes mayores» y ha tenido que aprender de errores y omisiones.

«Mi petición hoy es que hablemos del dolor, el sufrimiento y la ira. Pero no nos perdamos en culpas o echar la vista atrás, sino que sumemos fuerzas de nuevo en nuestro camino hacia adelante, en el camino que queremos y debemos tomar para salir de la pandemia todos juntos», dijo el máximo mandatario alemán. «La pandemia nos dejará marcados, pero también creceremos con ella. Al final la dejaremos atrás, volveremos a respirar y a vivir libremente. Estaremos más cerca como seres humanos y unidos como sociedad», afirmó Frank Walter Steinmeier en un mensaje optimista al final de su intervención.