París no recupera la calma

En primer lugar, sufren la incertidumbre de saber que, pese a los dos terroristas muertos y los ocho detenidos, los 'malos' siguen en la calle. Salah Abdelsalam, que participó de manera directa en la matanza del pasado viernes, está siendo perseguido probablemente en Bélgica y Abdelhamid Abbaoud, perfilado como el cerebro de los ataques, sigue libre después de que no se confirmara que su presencia entre los heridos ni entre los muertos en el asalto de las brigadas de fuerzas especiales. La propia operacion desveló además que el terror iba a continuar en la ciudad, puesto que dieron con otro comando y las hipótesis policiales barajan que preparara un nuevo atentado en el barrio de negocios de La Défense. Podían haberlo perpetrado ayer mismo.

Más medidas

Pese a que en Ile de France los terroristas no han vuelto a atentar en los últimos seis dìas, la ciudad se ha instalado en la incómoda certeza de saber que van a volver a ser atacados."Lo único que no sabemos es cuándo", respondía esta mañana Dominique, un camarero de la Place Pereyre. Las medidas del Gobierno no han retomado el camino de la normalidad. Esta mañana, la Asamblea Nacional vota un texto que propone extender el estado de emergencia hasta febrero, además de reforzar la capacidad de accón de las fuerzas de seguridad en la lucha antiterrorista.

Sin luces de Navidad

El estado de alarma que vive la ciudad es patente en todas las facetas de la vida de los parisinos. Ayer jueves se suspendió la inauguración del alumbrado navideño en los Campos Elíseos que marca el inicio de la temporada en buena parte del mundo.

Esta tarde, en el Stade de France del barrio de Saint-Denis hay previsto un homenaje a los 129 fallecidos en los atentados.