Unos 10.000 camioneros seguirán atrapados durante la Navidad

La patética situación de los camioneros ha mejorado a medida que la respuesta de las autoridades británicas se ha desplegado con más eficacia, tras la decisión del Gobierno francés de cerrar su frontera al movimiento de mercancías acompañadas en la noche del domingo. Hay más servicios disponibles y los camioneros tienen acceso a los test negativos de coronavirus que requieren las autoridades francesas.

La comisaria de Transportes de la Unión Europea, Adina Valean, estimó en la noche del miércoles que hay al menos 10.000 camioneros esperando su regreso a territorio comunitario. Agradeció al Gobierno británico que ofrezca los test necesarios a un ritmo de 300 por hora y calificó como «deplorable» que Francia se apartase de las recomendaciones de la Comisión y «nos llevase a la situación en marzo, cuando se interrumpieron las cadenas de suministro».

El ministro de Transporte, Grant Shapps, ha manifestado su esperanza de que los camioneros atrapados pueden regresar a sus casas antes del final del año, pero el 'brexit' significa que el 1 de enero comenzarán los nuevos controles aduaneros en las fronteras. Se había previsto por el Gobierno británico que en la adaptación de sistemas y de transportistas a la nueva situación se producirán notables atascos.

Esa ralentización del tráfico no puede causar un colapso mayor que el del cierre total de la frontera durante dos días y medio. Tanto el EuroTúnel, que establece sus horarios en función de la demanda de reservas por sus clientes, como las dos compañías de ferry que operan en Dover tienen servicios de baja intensidad del 1 al 3 de enero, y esperan una activación mayor a partir del día 4.

No se sabrá hasta que se despejen las vías para cruzar el canal cómo afectará el actual colapso al tráfico en los primeros días de 2021, pero se teme que pueden darse problemas de abastecimiento de productos frescos en las estanterías de los supermercados británicos, que en algunos casos han restringido la venta de huevos o papel higiénico causado por el acaparamiento.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha encarnado el papel de malo en la saga de la negociación del 'brexit', especialmente por su firmeza en la última fase sobre las cuotas de pesca, esenciales para la región de Boulogne y Calais. Su decisión de cerrar la frontera a mercancías acompañadas procedentes de Reino Unido ha sido única en la UE y de tan difícil comprensión como algunas «tácticas» negociadoras que han dañado la reputación del Gobierno británico y de su primer ministro.