Secciones
Servicios
Destacamos
Mikel ayestaran
Enviado especial a Kiev
Miércoles, 9 de marzo 2022, 00:12
Los corredores humanitarios funcionaron con cuentagotas, pero ayer sirvieron para que varios grupos de civiles de Irpín, al norte de Kiev, y Sumy, la noreste del país, dejaran atrás las zonas de conflicto y pusieran rumbo a la parte occidental de Ucrania. Después de trece ... días de guerra y tres reuniones para buscar la paz, estos pasillos constituyen el primer punto de entendimiento y podrían extenderse por otras ciudades.
Los evacuados no fueron en dirección a Rusia o Bielorrusia, como planteó Vladímir Putin, sino que pusieron rumbo a zonas bajo control ucraniano. En el caso de Sumy, los medios locales difundieron las imágenes de docenas de autobuses que transportaban no solo a locales sino también a chinos, indios y otros ciudadanos extranjeros en dirección a Lokhvytsia, al suroeste. Muchos de los que salieron eran estudiantes de todas partes del mundo a quienes el conflicto sorprendió en pleno curso académico.
El cielo de Kiev calló durante el día. Las explosiones de la noche dieron paso al silencio y la ciudad se tiñó de blanco debido a una tormenta de nieve. «Esto nos favorece. Los rusos pierden visibilidad y no podrán usar aviones», reflexionaba en voz alta uno de los milicianos al frente de las barricadas de Maidán, el corazón de la capital. Conforme pasan las jornadas, la resistencia ucraniana mantiene al enemigo fuera de Kiev pero cobra fuerza el temor a una próxima operación aérea a gran escala.
No obstante, el alcalde de Kiev, Vitali Klichkó, aseguró que el Ejército ruso se dispone a tratar de entrar pronto en la ciudad, pero, advirtió, «no pasarán». «Entendemos que la ciudad de Kiev es el objetivo del agresor. Estamos haciendo todo lo posible para que cada calle, cada edificio, cada puesto de control, sea una fortaleza», recalcó.
La capital es el objetivo que obsesiona a Putin. Sus fuerzas se están concentrando en el este, noroeste y oeste de la ciudad para llevar a cabo el asalto en los próximos días. Según el Institute for the Study of War (ISW), de Washington, las tropas al servicio del Kremlin podrían ejecutarlo entre las próximas 24 a 96 horas.
Los rusos preparan el terreno. Para ello trasladan suministros y refuerzos, así como realizan ataques de artillería, aire y misiles para debilitar las defensas e intimidar a los defensores antes del asalto. «Es demasiado pronto para evaluar la posible eficacia de cualquier intento ruso de completar el cerco de Kiev o de tomar la ciudad en este momento. Si las tropas rusas son capaces de reabastecerse, reorganizarse y planificar operaciones simultáneas deliberadas y coordinadas a lo largo de los diversos ejes de avance alrededor de la capital y hacia ella, pueden tener más éxito en esta operación que en las anteriores», señala el último informe del Institute for the Study of War, dirigido por Frederick W. Kagan, George Barros y Katryna Stepanenko.
También Sumy está siendo escenario de duros combates entre tropas rusas y ucranianas, y objeto de intensos bombardeos. El último balance de víctimas habla de veintiún muertos, entre ellos dos niños. El jefe de la Administración regional, Dimitro Zhivitski, informó de ataques, no contra objetivos militares, sino contra «edificios de viviendas».
El presidente, Volodímir Zelenski, denunció que en Mariúpol «por primera vez en décadas, quizá desde la invasión de la Alemania nazi, una niña había muerto por deshidratación». «Escuchadme, queridos amigos, por deshidratación ha muerto una niña en 2022», subrayó. La pequeña, de nombre Tania y 6 años, quedó atrapada bajo los escombros de su casa, alcanzada por las bombas. Su madre falleció de inmediato, pero ella, según el alcalde, Vadim Boitchenko, «no se sabe cuánto tiempo estuvo atrapada viva bajo las ruinas. Los últimos minutos de su vida los pasó sola, exhausta, asustada y horriblemente sedienta. Ésta es solo una de las muchas historias que suceden en Mariúpol, sitiada desde hace ocho días», escribió en Telegram.
En la urbe costera del mar de Azov por tercer día consecutivo fue imposible una salida segura de civiles. Boitchenko denunció que 300.000 civiles sufren un cerco que les condena a vivir sin agua, ni electricidad y sometidos al fuego de artillería. El Comité Internacional de la Cruz Roja calificó la situación de «realmente apocalíptica», en palabras de su portavoz, Ewan Watson.
Por otra parte, el departamento de Inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano reportó que otro general ruso, el tercero ya desde que comenzó la invasión, cayó en el campo de batalla en las afueras de Járkov. Se trata de Vitali Guerásimov, aunque desde Moscú no se ha confirmado su muerte. Antes, se anunció que resultaron abatidos sus homólogos Andréi Sujovetski y Mogamed Tusháyev. Zelenski afirmó ayer que las tropas ucranianas «aniquilan a los ocupantes cuando pueden (…) Rusia no había perdido tanto equipamiento de aviación en treinta años como en los últimos trece días en Ucrania».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.