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Mikel Ayestarán
Jerusalén
Domingo, 12 de abril 2020, 20:50
Aunque las conversaciones parecían rotas desde hace días, talibanes y Gobierno de Kabul avanzan lentamente en el intercambio de prisioneros. Es un avance simbólico que hasta el momento se traduce en 300 presos insurgentes y 20 miembros de las fuerzas de seguridad liberados. «Veinte ... prisioneros de la administración de Kabul serán liberados«, anunció el portavoz talibán Suhail Shaheen en Twitter, y explicó que serán entregados a representantes de la Cruz Roja en Kandahar. Los insurgentes lo calificaron como «un paso de buena voluntad», aunque matizaron que no significa que las negociaciones vuelvan a empezar. Este gesto talibán llegó tras la puesta en libertad de 300 de sus hombres y de una cumbre en Doha con el comandante de las fuerzas estadounidenses, general Scott Miller, con el objetivo de «rebajar la violencia».
Hace una semana el portavoz de la oficina talibán en Catar, Suhail Shaheen, anunció que «nuestro equipo técnico no participará en reuniones improductivas«, con los enviados del Gobierno. Shaheen recordó que hay una serie de »promesas« firmadas, en alusión al acuerdo de Doha alcanzado con Estados Unidos el 29 de febrero. Este pacto recogía la liberación de 5.000 prisioneros talibanes a cambio de 1.000 miembros de las fuerzas de seguridad como un primer paso para el inicio del diálogo entre afganos, una promesa que las autoridades de Kabul se niegan a cumplir.
Ante la ruptura por parte talibán, Matin Bek, negociador gubernamental, aseguró que el motivo principal fue la exigencia de los insurgentes de incluir en el listado de liberados a 15 altos mandos implicados en «algunos de los ataques más violentos de los últimos años».
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