Rusia suspende sus relaciones diplomáticas con la OTAN

«Tras ciertas decisiones adoptadas por la OTAN, no se dan las condiciones básicas para un trabajo en común», puntualizó el jefe de la Diplomacia rusa. Según sus declaraciones, «suspendemos la actividad de nuestra misión permanente, incluida la desarrollada por el principal representante militar«.

La Alianza expulsó el pasado día 6 a ocho diplomáticos rusos por presuntos vínculos «con actividades hostiles» de espionaje e incluso con supuestos intentos de asesinato. Estas ocho personas fueron avisadas que deberán abandonar Bruselas antes de que finalice octubre. En Bruselas decidieron además suprimir dos puestos en la representación rusa, con lo que la legación, que tenía 20 miembros, quedó reducida a 10.

Estas medidas fueron duramente criticadas en Moscú. El viceministro de Exteriores, Alexánder Grushkó, dijo que «los dirigentes de la Alianza hablaron de la necesidad de aliviar las tensiones en las relaciones con Rusia y pidieron reanudar el diálogo en el marco del Consejo Rusia-OTAN y enviar al embajador a Bruselas. Si había personas que creían que esas declaraciones fueron sinceras, hoy ya no hay ninguna«.

Grushkó se refería a las palabras del presidente del Consejo de la Federación, la Cámara Alta del Parlamento ruso, Grigori Karasin, quien a su regreso de Nueva York tras asistir a la 76 sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas, aseguró que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, defendió la necesidad de reanudar el diálogo entre ambas partes.

Ya en marzo de 2018, la OTAN deportó a siete diplomáticos rusos y retiró la acreditación a otros tres, reduciendo de 30 a 20 el número de integrantes de la representación rusa. Fue la respuesta al envenenamiento del antiguo espía Serguéi Skripal y su hija Julia en la ciudad británica de Salisbury.

Lavrov explicó este lunes que, en caso de emergencia, los contactos a partir de ahora con la Alianza se efectuarán a través del embajador de Rusia en Bélgica. El experto en temas militares, Alexánder Golts, dijo a la emisora Eco de Moscú que la decisión de Rusia de suspender la labor de la misión militar de la OTAN en Moscú «encierra el peligro de que el país pierda capacidad de respuesta inmediata a cualquier posible emergencia».

Según sus palabras, «el cierre de la misión militar de la OTAN significa que la información sobre sus actividades, que incluyen operaciones militares, despliegue de fuerzas y maniobras, ahora no se llevará a cabo directamente entre el Ministerio de Defensa ruso y la oficina militar de la Alianza, sino indirectamente a través de la embajada de Bélgica en Rusia y de Rusia en Bélgica».

Pero Golts estima que «esto es malo porque los ejercicios militares más frecuentes están plagados de todo tipo de incidencias, y en estos casos la rapidez con la que los departamentos concernidos se comuniquen entre sí es muy importante». «Ahora Rusia ha reducido esa velocidad con todas las consecuencias que ello pueda acarrear», añadió el experto. Eso sí, Golts considera que quien comenzó la escalada «fue la propia OTAN, que dejó reducida a la mitad la misión rusa en Bruselas, algo que, por lo que se ve, resultó ser un insulto inasumible para Rusia».