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Central nuclear de Zaporiyia. efe
Rusia quiere dejar a Ucrania sin la electricidad que produce la central nuclear de Zaporiyia

Rusia quiere dejar a Ucrania sin la electricidad que produce la central nuclear de Zaporiyia

El pasado 4 de marzo, la planta atómica fue alcanzada por misiles y disparos de tanques de las tropas rusas en pugna por reducir a los militares ucranianos que defendían la infraestructura

rafael m. mañueco

Corresponsal. Moscú

Jueves, 19 de mayo 2022, 19:48

Las autoridades rusas planean que los consumidores de Ucrania empiecen a pagar por la electricidad que produce la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, la más grande de Europa y en poder de las tropas rusas desde principios de marzo. De no hacerlo, advirtió este jueves el viceprimer ministro ruso, Marat Jusnullín, la planta atómica será desconectada de la red eléctrica ucraniana para redirigir su fluido hacia Rusia.

Durante una viaje de «inspección» a Melitópol, ciudad del sureste de Ucrania ocupada actualmente por el Ejército ruso, Jusnullín afirmó ante la prensa que «Rusia está dispuesta a vender electricidad a Ucrania» de la planta de Zaporiyia. «Si Ucrania está lista para aceptar y pagar, funcionará para ellos. Pero, si no lo aceptan, funcionará para Rusia», manifestó el viceprimer ministro ruso, constatando una vez más que Moscú tiene planes de quedarse y anexionarse la zonas ocupadas de Ucrania. No sólo Crimea y Donbass, sino también la región de Jersón y parte de la de Zaporiyia.

El alto funcionario ruso aseguró que la central nuclear, que se encuentra en la ciudad de Energodar, cerca de Melitopol, «seguirá funcionando y se salvarán todos los puestos de trabajo», en manos ahora mismo de personal ucraniano e instó a la población local a «trabajar en familia con Rusia (...) para eso he venido, para brindar la máxima asistencia y oportunidades para la integración» en Rusia.

De momento, según la agencia de energía atómica ucraniana, Energoatom, la central de Zaporiyia continúa suministrando exclusivamente a Ucrania la electricidad que generan sus seis reactores. Su portavoz, Leonid Olynyk, respondió este jueves a Jusnullín que «técnicamente ahora mismo no es posible abastecer electricidad a Rusia» de Zaporiyia. «Eso requiere tiempo y dinero. Es como construir el puente de Crimea. Y en un mes o dos recuperamos todo y lo pondremos de nuevo bajo control ucraniano», aseveró Olynyk.

El pasado 4 de marzo, la planta atómica de Zaporiyia fue alcanzada por misiles y disparos de tanques de las tropas rusas en pugna por reducir a los militares ucranianos que defendían la infraestructura. Se produjo un incendio y uno de los reactores tuvo que ser desconectado. El suceso disparo todas las alarmas mundiales ante el temor a una fuga radiactiva y motivó una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.

Por otro lado, también el terreno de la energía, el también viceprimer ministro ruso, Alexánder Novak, declaró este jueves que cerca de la mitad de los 54 clientes extranjeros que tiene Gazprom pagan ya la factura de gas en rublos, tal y como dispuso el presidente Vladímir Putin, el 31 de marzo, como medida de represalia por las sanciones impuestas a Rusia por la Unión Europea. El mecanismo establecido por la compañía de gas rusa para sus clientes obliga a abrir dos cuentas en el Gazprombank, una en divisa extranjera y otra en rublos, desde donde se hace el abono correspondiente.

Moscú anunció este jueves también la expulsión de más diplomáticos europeos, después de haber declarado en la víspera «persona non grata» a personal de las embajadas de España, Francia e Italia. Esta vez les ha tocado el turno a Portugal y Eslovenia, con cinco y cuatro miembros respectivamente de sus legaciones diplomáticas conminados a abandonar Rusia. Los portugueses en un plazo de 14 días y los eslovenos en 10 días.

En el campo de batalla, mientras tanto, fuerzas separatistas y unidades rusas continuaron este jueves bombardeando la localidad de Severodonetsk, en la región de Lugansk, que lleva casi una semana bajo un abundante fuego artillero previo a un intento de asalto. A pocos kilómetros, Lisichansk, también está siendo objeto de duros bombardeos, es el otro foco de resistencia ucraniana en la región de Lugansk. Los ataques rusos causaron este jueves al menos 12 muertos en Severodonetsk, según informó a través de Telegram el gobernador Serguéi Gaidai.

Mucho más al sur, en Mariúpol, los defensores de Azovstal seguían deponiendo las armas. Según el Ministerio de Defensa ruso, desde el lunes, se han rendido 1.730 combatientes de la acería. El general ucraniano, Oleksiy Grómov, aseguró este jueves que «nuestros héroes siguen siendo evacuados». El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) sostiene haber registrado a «cientos» de prisioneros de guerra apresados tras salir de Azovstal y ha solicitado acceso a ellos. Las autoridades ucranianas confían en poder canjear a estos militares, tachados por Moscú de «neonazis», por prisioneros rusos.

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