iñigo gurruchaga
Londres
Sábado, 6 de marzo 2021, 22:52
Rishi Sunak, ministro de Hacienda del Gobierno británico, se despertó en la mañana del jueves con la noticia de que el Presupuesto que había presentado la víspera en el Parlamento es el mejor en los doce años de sondeos de la firma YouGov. Un ... 55% de los encuestados lo califica de justo. La misma firma anunció que el Gobierno de Boris Johnson aventaja en trece puntos a la oposición laborista en la intención de voto.
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Sunak ya era el favorito para sustituir a Johnson cuando el primer ministro naufragaba en el desorden e imprecisión de sus decisiones sobre la pandemia y el 'brexit'. El éxito del programa de vacunación ha noqueado a los numerosos especuladores sobre la dimisión del líder conservador cuando consumase la marcha británica de la Unión Europea. A Johnson le gusta de nuevo ser primer ministro. Pero su aparente delfín insiste en fomentar su popularidad.
Antes de que la política fuese secuestrada por demiurgos de la comunicación, la presentación anual del Presupuesto seguía, en el estilo británico, una tradición sobria. El ministro de Hacienda posaba con un maletín de piel gastada, conteniendo los folios de su plan, en la puerta de su residencia oficial, el 11 de Downing Street, antes de partir a la vecina Cámara de los Comunes para leerlos.
Hay ahora dos Presupuestos, en primavera y otoño, y las filtraciones previas de las medidas se han convertido en norma. Nunca antes, sin embargo, hubo tantos adelantos y entrevistas, o muy caros vídeos como los desplegados por este responsable del Tesoro en Twitter o Instagram. Del grupo parlamentario conservador emergen reproches. Porque sus cuentas en las redes sociales no incluyen el emblema del partido o porque su ambición ha de ser más discreta.
Nadie podía predecir el éxito de Sunak cuando Johnson le encomendó el ministerio, el 13 de febrero del pasado ejercicio. Entonces, el número dos del Gobierno no era el responsable de la Hacienda, como es habitual, sino el gurú del primer ministro, Dominic Cummings, que exigió al entonces ministro, Sajid Javid, que su oficina fuese coordinada con la de Johnson bajo su dirección. Javid dimitió.
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Sunak aceptó las condiciones y tuvo que preparar su primer Presupuesto en cuatro semanas. Asignó 14.000 millones de euros a paliar el impacto económico de la pandemia. El endeudamiento neto un año después ha sido de 420.000. Y será de 270.000 en el próximo ejercicio. Un tsunami de dinero público para salvar millones de empleos contribuye a la popularidad del ministro.
Risho Sunak nació hace 40 años en Southampton, en una familia afincada en Reino Unido desde que su abuela vendió las joyas de su boda en Tanzania para comprar un billete sin regreso al país que le fascinaba. Se empleó como contable y pudo pagar con sus ahorros el pasaje de su marido y de sus tres hijos. Una de ellas, Shuna, estudió Farmacia. Se casó con un médico, Yashvir Sunak.
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Rishi creció en una comunidad india, que es la más numerosa minoría étnica en Reino Unido, un millón y medio según el último censo, y que muestra algunas diferencias con respecto a otras de origen asiático, africano o caribeño. Los indios británicos tienen mejores resultados académicos y son más propensos a votar al Partido Conservador.
Estudiante destacado, sus padres costearon los 40.000 euros anuales del colegio privado de Winchester. De allí marchó a la Universidad de Oxford, donde estudio Filosofía, Política y Economía, la carrera frecuente entre los políticos británicos contemporáneos. Cursó gestión empresarial en Stanford. En la universidad californiana conoció a su mujer, Ashkata, hija de un multimillonario indio. Se empleó en la banca de inversión.
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En 2014 decidió entrar en la política porque, según ha explicado, el ejemplo de sus padres le incitó a dedicarse a las cuestiones sociales. Fue elegido candidato en una circunscripción rural y blanca, Richmond, que ha tenido diputados conservadores desde 1910. Tiene un escaño asegurado a perpetuidad, una fortuna privada y maneras cordiales y abiertas. Destaca en sus entrevistas por responder realmente a lo que se le pregunta.
Es ahora el candidato sin rival para sustituir a Johnson. Pero ya el viernes las medidas de su Presupuesto eran puestas en cuestión. Su cóctel de gasto hoy y austeridad mañana pasará los filtros de variadas coyunturas antes de que pueda pronosticarse seriamente que será primer ministro. Porque el reto de la recuperación económica es también mayúsculo para un Sunak que abogó por el éxito del 'brexit'.
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