La Policía noruega considera que el asesino del arco sufre una enfermedad mental

En un principio la conversión al islam del ciudadano danés de 37 años –aunque nacido en Noruega– apuntaba «hacia una acción de yihad fundamentalista», reconoció. Pero el avance de las horas ha despertado numerosas dudas sobre su estado psiquiátrico. «Es una persona con un amplio historial en el sistema de salud», agregó el jefe de los servicios de seguridad noruegos (PST) Hans Sverre Sjøvold.

Al parecer, los médicos que atendieron a Andersen habían advertido a la Policía del riesgo de su radicalización ya en 2015. Por ello, estaba en la lista de personas «fichadas». Varios medios de comunicación locales han difundido un vídeo publicado en Facebook y Youtube en 2017 en el que realiza una profesión de fe. «Hola. Soy un mensajero. Vengo con una advertencia. ¿Es esto realmente lo que quieres? Y para todos los que quieran recuperarse, entonces ha llegado el momento. Testifico que soy musulmán», declaraba amenazante en la grabación.

Además había sido condenado en dos ocasiones. Una por amenazar a sus padres con una pistola durante una visita al hogar donde se crió y otra por robo y posesión de hachís.