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Miércoles, 18 de marzo 2020, 09:59
Cruzar la frontera «para cenar» en Vancouver o Montreal ya no será posible, advirtió ayer el presidente estadounidense, Donald Trump, tras limitar el paso de la misma a personal esencial. El mandatario aseguró que la medida la había tomado «de común acuerdo» con el ... primer ministro canadiense, Justin Trudeau, con quien dice tener muy buena relación, pese a los muchos insultos y desplantes del pasado.
La medida no afectará al comercio, insistió el mandatario, que ya sacudió los mercados el miércoles pasado cuando dijo –erróneamente- que el veto europeo también afectaría al intercambio de bienes. Trump, metido en el papel de comandante en jefe, dice ser «un presidente en guerra» que lucha contra «un enemigo invisible» al que promete vencer, aunque hasta la semana pasada todavía comparase al coronavirus con una simple gripe.
Con todo, aún se resiste a imponer medidas drásticas a todo el país, por lo que la respuesta es un mapa parcheado por las autoridades locales y estatales que a menudo se contradicen entre ellas. Es el caso de Nueva York, donde el alcalde Bill De Blasio quiere imponer el auto aislamiento, a lo que se opone el gobernador Andrew Cuomo por temer que eso supongo un éxodo de la urbe al campo que expanda la epidemia al resto del estado.
El estado en el que se han registrado ya más de dos mil casos se enfrenta a una escasez de camas hospitalarias que hace temer lo peor cuando la epidemia alcance su pico. Según el periodista de CNBC Eamon Javers, la Casa Blanca trabaja con dos escenarios posibles. El mejor es que la epidemia alcance su punto álgido dentro de un mes a partir del sábado pasado, lo que anticipa el mayor número de casos a mitad de marzo. El escenario más grave sería que aún se tarden tres meses en llegar al punto álgido.
Con más de cien muertos, el país prepara las urgencias de los hospitales. La Universidad de Nueva York (NYU) ha desalojado a los estudiantes de su residencia para utilizarla como hospital en caso de necesidad. El Pentágono ha despachado dos barcos hospitales, una a cada costa del país. A Nueva York llegará el Comfort, un navío de 894 pies con mil camas y varios quirófanos que ya desempeñó esa labor en Puerto Rico tras el huracán María en 2017. Su función no será tratar a los enfermos de coronavirus debido al diseño de planta abierta pensado para traumas, explicó el secretario de Defensa Mark Esper, sino para asistir en otro tipo de urgencias médicas.
La ciudad de los rascacielos sigue sumando casos exponencialmente, 800 la víspera, y esa cifra se disparará ahora que han empezado a funcionar en dos condados los centros de pruebas de diagnóstico que se hacen desde el coche. El presidente firmó ayer la ley de Producción de Defensa de 1950 que le permitirá movilizar a la industria privada para acelerar la producción de bienes esenciales para esta emergencia, tales como mascarillas de grado N95, ventiladores respiratorios y otros equipos médicos.
El mandatario también ordenó ayer al Departamento de Vivienda una moratoria de embargos y desahucios hasta final de abril. Por su parte, el Tesoro quiere acelerar el envío de dos cheques por valor de mil dólares con la expectativa de que los ciudadanos empiecen a recibirlos en torno al 6 de abril, lo que supondrá un desembolso de 500.000 millones de dólares.
El paquete aprobado por el Senado incluye destinar otros 300.000 millones de dólares a la pequeña y mediana empresa para frenar los despidos que podrían disparar el desempleo del actual 3,6% hasta el 20% si el Congreso no aprueba las ayudas, advirtió ayer el secretario del Tesoro Steve Mnuchin. «Pero no vamos a dejar que eso ocurra», prometió.
Informa Mercedes Gallego. Corresponsal en Nueva York
Con tan solo 114 casos de coronavirus registrados hasta el momento y ninguna muerte, se puede decir que la enfermedad en Rusia no ha adquirido todavía la propagación que en China, Europa o Estados Unidos. El presidente Vladímir Putin lanzó ayer un mensaje de calma a sus conciudadanos y aseguró que el COVID-19 está «bajo control». Otra cosa es que, sin haberse alcanzado el pico de la infección, se pueda llevar a cabo dentro de un mes una votación popular sobre la permanencia de Putin al frente del país.
El presidente ruso firmó ayer el decreto de convocatoria para el próximo 22 de abril del plebiscito sobre las enmiendas constitucionales aprobadas en el Parlamento y en las asambleas regionales. Los cambios introducidos permitirán a Putin presentarse a la reelección en los comicios presidenciales de 2024 y en los de 2030, con lo que podría seguir en el Kremlin hasta 2036.
No obstante, el primer mandatario ruso matizó que la consulta se llevará a cabo el 22 de abril ,«si lo permite la situación epidemiológica». «Con toda la importancia que tienen los cambios en la Carta Magna, no hay nada más importante que la salud y la vida de nuestros ciudadanos», añadió tras estampar su firma en el decreto.
Lo cierto es que, aunque el número de infectados es todavía bajo, se ha cuadruplicado en la última semana y es de prever que en pocos días alcance el millar. Para abril la cifra podría ser ya significativa y, por el momento, no se ha ordenado un confinamiento total de la población en sus domicilios, aunque sí se aconseja y muchos moscovitas lo observan ya en mayor o menor medida.
En Moscú, en donde hay 56 casos de coronavirus, se ve mucha menos gente paseando por las calles y más de lo habitual trasladándose en sus vehículos para evitar el transporte público. Algunos restaurantes y cafeterías han echado el cierre, aunque se pueden encontrar todavía muchos sitios para tomar un refrigerio.
Desde esta pasada medianoche cualquier extranjero, salvo camioneros, tripulaciones aéreas y los que tengan permiso de residencia, tiene vetada la entrada a Rusia. A la clausura de teatros, cines, salas de concierto y circos, el Ministerio de Cultura ruso añadió ayer la orden de que detengan también su funcionamiento los museos. Algunos ya habían cerrado antes por decisión propia. También están suspendidas las competiciones deportivas hasta el 10 de abril. Las escuelas darán vacaciones a sus alumnos entre el 23 de marzo y el 12 de abril. Las autoridades recomiendan además a los rusos no viajar fuera del país y a los que están ahora en el extranjero regresar lo antes posible.
Informa Rafael M. Mañueco. Corresponsal en Moscú
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, advirtió a los irlandeses de que la situación actual es «la calma anterior a la tormenta, al aluvión». «Cuando llegue, y va a llegar, nunca tantos pidieron tal esfuerzo a tan pocos». Varadkar pronunciaba su discurso 'churchilliano' en las pantallas de la televisión, en un día de San Patricio sin procesiones, con los irlandeses confinados en sus casas.
El cierre de pubs transformó completamente la atmósfera de la fiesta nacional en el centro de Dublín, que suele estar repleto de turistas. Al final de la jornada, Irlanda contaba 69 nuevos casos de infección de coronavirus y un total acumulado de 292 confirmados, con dos fallecimientos. El primer ministro advirtió a los irlandeses de que la situación puede prolongarse hasta los meses del verano y que el golpe a la economía será duro.
Varadkar preside un Gobierno en funciones. En las elecciones de febrero, el Parlamento quedó con un equilibrio entre Fianna Fáil, Sinn Féin y Fine Gael. La negociación de una coalición avanza con parsimonia. Fianna Fáil, liderado por Micheál Martin, y Fine Gael (por Varadkar) son herederos de fuerzas rivales en la guerra civil de 1922-23 y no han gobernado nunca juntos. Pero esta vez parece posible.
Informa Iñigo Gurruchaga. Corresponsal en Londres
Arabia Saudí convoca una cumbre extraordinaria del G20 para la próxima semana con el objetivo de «avanzar y coordinar una respuesta a la pandemia y sus efectos económicos». Las autoridades del reino confían en que los líderes mundiales, que hasta ahora han apostado por cierre de fronteras y aislamiento como medida de choque a la propagación del virus, acuerden políticas que «ayuden a proteger a todos los ciudadanos y a la economía global».
Arabia Saudí es el primer país árabe que ostenta la presidencia del G20 –foro que reúne al grupo de los países más poderosos del mundo que representan el 85 por ciento de la economía mundial- y la gran cumbre de líderes mundiales está prevista en Riad para los días 21 y 22 de noviembre por lo que el coronavirus adelantará 8 meses esa gran cita, que tendrá que realizarse de manera virtual. En el reino hay 171 personas infectadas y se han adoptado medidas extraordinarias como el cierre de Meca.
Informa Mikel Ayestarán. Corresponsal en Jerusalén
Las autoridades israelíes dieron un paso más en su lucha por frenar el contagio del coronavirus y anunciaron que los extranjeros no podrán entrar al país. Hasta ahora el requisito imprescindible para un extranjero era demostrar que se contaba con un domicilio particular en el que poder pasar dos semanas de cuarentena, pero las autoridades han decidido endurecer las medidas.
433 personas han dado positivo hasta el momento y 12 de ellos se han recuperado. El ministerio de Salud planea realizar 5.000 test diarios a partir de la próxima semana.
Debido a las medidas de choque adoptadas, el sector privado de Israel opera a un 30 por ciento y el público funciona en estado de emergencia, según datos del diario Haaretz.
Informa Mikel Ayestarán. Corresponsal en Jerusalén
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