Johana Gil
Lunes, 13 de febrero 2023, 13:22
Una semana después del terremoto en Turquía, encontrar con vida a las personas sepultadas bajo los escombros es una ilusión para la mayoría de brigadistas. Continúan con los trabajos, pero saben que hay muy poco que hallar. Sin embargo, un «rescate inesperado» ha surgido entre ... las ruinas de un edificio colapsado en Hatay 178 horas después del seísmo. Una mujer de 70 años es la superviviente, hasta ahora, con más días desaparecida. Asimismo, en Adiyaman ha sido localizada una niña de 6 años que también había pasado sepultada más de siete días.
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También se han notificado varias operaciones en Gaziantep, donde una mujer de 40 años fue encontrada 170 horas después del primer seísmo. Tras un intenso trabajo para socorrerla, Sibel Kaya ha sido trasladada al hospital para ser atendida, ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
Durante la noche de ayer y la madrugada de hoy, decenas de bomberos acudieron para remover los escombros, donde las supervivientes vivieron bajo condiciones límite. Los servicios de emergencia han suspendido la búsqueda en algunas provincias. Pero, los rescates milagrosos siguen desafiando las estadísticas que se reducían tras las primeras 72 horas, tiempo considerado normal en que un ser humano resiste sin la ingesta de comida ni bebida y en condiciones meteorológicas adversas como el invierno que azota a la zona afectada.
El balance de muertos en la catástrofe registrada el pasado lunes en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, ha ascendido hasta casi 39.000 según datos facilitados por las autoridades de ambos países.
Los más de 32.000 efectivos, a los que el vicepresidente turco, Fuat Oktay, se ha referido como «héroes anónimos», lograron encontrar con vida a casi una decena de personas durante este fin de semana, entre ellas un bebé de 7 meses y una niña de 11 años. Los bomberos de Madrid han colaborado para el rescate de una mujer de 50 años, seis días después del terremoto. La responsable de la unidad española, Annika Coll, ha indicado que el equipo «hermano» turco fue «clave» para localizar a la superviviente. La llamada de unos trabajadores de la construcción, que mientras hacían labores de desescombro escucharon un ruido bajo las ruinas del edificio, alertó al equipo de emergencia. La víctima estaba boca abajo y tuvo que ser atendida con sumo cuidado.
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