Manifestantes reunidos de la Plaza de la Liberación protestan contra el Gobierno. Ameer Al Mohammedaw/DPA

El primer ministro de Irak se queda solo ante la presión de las calles

Su continuidad queda en el aire tras perder el apoyo de dos aliados clave y el pueblo pide la dimisión en bloque del Ejecutivo

mikel ayestaran

Corresponsal. Jerusalén

Miércoles, 30 de octubre 2019, 22:58

El primer ministro de Irak, Adel Abdel Mahdi, se queda solo ante las protestas que desde comienzos de mes sacuden al país y su cargo quedó este miércoles en el aire tras perder el apoyo de dos aliados claves en su Gobierno. 240 ... personas han perdido la vida en los choques con las fuerzas de seguridad y hay miles de heridos en esta oleada de movilizaciones populares en contra de la corrupción y el desempleo que afectan a Bagdad y a las principales ciudades del sur de país, todas ellas de mayoría chií. El clérigo chií Muqtada al-Sader, cuyo partido tiene el mayor número de asientos en el Parlamento, fue el primero en pedir a Abdel Mahdi la convocatoria de elecciones anticipadas y Hadi al-Ameri, cabeza de los paramilitares de Hachd al-Shaabi en el Parlamento, siguió sus pasos horas después. El líder de las milicias chiíes declaró que «trabajaremos juntos para asegurar los intereses de los iraquíes y salvar a la nación».

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Las diferencias entre los partidos políticos chiíes que controlan el país desde la caída de Sadam Husein ha provocado una oleada de protestas sin precedentes en Irak. Los manifestantes desafiaron por segunda noche el toque de queda impuesto en la capital y la plaza Tahrir volvió a ser el epicentro de una protesta que exige la dimisión en bloque del Ejecutivo y la renovación de la clase política que controla el país desde hace 16 años. Irak necesita un cambio integral para responder a las demandas de los manifestantes ya que una convocatoria de elecciones anticipadas, bajo las normas vigentes, volvería a repetir un equilibrio de fuerzas similar en la Cámara.

LA CLAVE:

  • Ola de protestas. Las movilizaciones contra la corrupción y el desempleo dejan ya 240 muertos en el país

El día anterior, Líbano había vivido su propia crisis después de dos semanas de protestas. La decisión del primer ministro, Saad Hariri, de presentar su dimisión recibió este miércoles la respuesta del presidente, Michel Aoun, que la aceptó pero le pidió que siguiera como primer ministro en funciones para evitar el vacío de poder.

Las calles recibieron con alegría el anuncio de la renuncia y el clima se relajó durante una jornada en la que el Ejército pudo desbloquear algunas carreteras y llamó a los manifestante a concentrarse en plazas y parques, pero a respetar las vías de comunicación. Las movilizaciones no han terminado y las protestas, que comenzaron el 17 de octubre, se mantienen a la espera de conseguir un nuevo Gobierno.

La sombra de Irán

Como en Irak, los libaneses protestan contra la corrupción y la crisis económica endémica que sufre el país. Como en Irak con las milicias, también en Líbano la mano de Irán está muy presente a través del partido milicia Hezbolá, formación que se opone a las movilizaciones y se opuso a la dimisión de Hariri.

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Las autoridades de Teherán hicieron un llamamiento a la calma y denunciaron que «Estados Unidos, Arabia Saudí e Israel están impulsando la ola de movilizaciones» para desestabilizar a los gobiernos libanés e iraquí. La república islámica cuenta con vínculos muy estrechos con los gobiernos de Beirut y Bagdad y dispone de grupos paramilitares leales a Teherán en ambas capitales.

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