mikel ayestaran
Corresponsal. Jerusalén
Miércoles, 4 de diciembre 2019, 21:33
Un atentado acabó este miércoles con los treinta años de entrega de Tetsu Nakamura a Afganistán y Pakistán. El doctor japonés, de 73 años, fue una de las seis víctimas del ataque que un grupo de desconocidos perpetró a primera hora de la mañana en ... Jalalabad, capital de la provincia de Nagarhar, al este del país. Los atacantes abrieron fuego de forma indiscriminada contra los vehículos de la ONG Peace Japan Medical Services (PJMS) y huyeron de la zona.
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Esta emboscada se produjo una semana después de que un empleado estadounidense de UNAMA, la misión de la ONU en Afganistán, muriera a causa de que su convoy fue alcanzado con granadas en Kabul. Aquel suceso volvió a poner a la ayuda humanitaria en el punto de mira de la insurgencia, aunque los talibanes emitieron un comunicado en las últimas horas para desvincularse de la muerte de Nakamura y su equipo. De hecho, al cierre de esta edición ningún grupo había reivindicado la acción.
El médico japonés, que comenzó su trabajo humanitario ayudando a enfermos de lepra, era amigo personal del presidente, Ashraf Ghani, que hace dos meses le otorgó la ciudadanía afgana para agradecer su importante ayuda en el desarrollo agrícola del país. Con el paso de los años Nakamura se dio cuenta que la sequía era más mortífera que la lepra y por eso se puso a trabajar a fondo, con el objetivo de combatirla a través de sistemas de riego.
Un portavoz de la presidencia le definió como «uno de los amigos más cercanos de Afganistán. Dedicó su vida a ayudar y cooperar con nuestro pueblo». El Gobierno de Kabul, a su vez, emitió un comunicado para condenar «enérgicamente el ataque atroz y cobarde» contra una persona que llevaba vinculada al país desde los años 80. En 2003 obtuvo el Premio Ramón Magsaysay de Filipinas a la Paz y Entendimiento internacional, considerado una especie de Premio Nobel de la Paz de Asia.
Sohrab Qaderi, miembro del Consejo Provincial de Nangarhar, declaró a la agencia Reuters que el fallecido «ha estado haciendo un trabajo genial en la reconstrucción de Afganistán, especialmente en agricultura y regadíos». El investigador Zia Wahaj señaló a este medio que el doctor japonés «trabajaba en estos momentos en un proyecto que puede revolucionar la agricultura en esta zona, puesto que permitirá que parte del agua del río Kunar pueda usarse en suelo afgano y no solo en Pakistán».
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El atentado contra el equipo de la ONG Peace Japan Medical Services se produjo precisamente el mismo día en el que el departamento de Estado de Estados Unidos informó del inicio de un nuevo viaje de su representante especial para Afganistán, Zalmay Khalilzad, a Kabul y Doha para retomar las conversaciones con los talibanes. El objetivo del diplomático es negociar «los próximos pasos» a dar para lograr «una solución pacífica de la guerra, específicamente una reducción de la violencia que conduzca a un alto el fuego».
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