Guerra total entre Hamás e Israel

Comienza el éxodo de Gaza tras el ultimátum de 24 horas de Israel para evacuar a la población civil

Los mandos militares no ocultan que en la capital de la Franja «se van a llevar a cabo operaciones militares», por lo que el desplazamiento de los residentes es necesario por su propia integridad. Este viaje, además, está condicionado: no deben acercarse a la valla de separación con Israel y tampoco podrán volver hasta que «otro anuncio lo permita». El portavoz del Ejército consideró este anuncio como «un paso humanitario para reducir víctimas civiles» y acusó a Hamás de combatir en zonas urbanas.

Muchos ciudadanos se marchan casi con lo puesto en coches atestados con los maleteros abiertos para que respiren familias enteras. La situación es caótica y ni siquiera saben dónde van a dormir esta noche. Tampoco parece que sea lo más urgente. «La única preocupación ahora es si vas a lograrlo, si vas a vivir», ha señalado Nebal Farshkh, portavoz de la Media Luna Roja en la ciudad. «Olvídate de la comida, olvídate de la electricidad, olvídate del combustible», ha proseguido en declaraciones a medios locales.

«Esto es un caos, nadie sabe qué hacer», ha subrayado Inas Hamdan, funcionaria de la agencia de la ONU para los refugiados. Y en los hospitales, la situación no es mejor: muchos médicos se niegan a irse y abandonar a los pacientes, lo que están haciendo es llamar a sus allegados para despedirse, relata Farsakh.

El primer movimiento tras el comunicado del Ejército de Netanyahu lo dio la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), que anunció que va a reubicar sus oficinas en el sur de Gaza. «Lo hacemos para continuar con nuestras operaciones humanitarias y apoyo al personal y refugiados», han explicado.

El organismo internacional también hizo un «firme llamamiento» a que esta orden «sea rescindida para evitar que una situación que lo que ya es una tragedia se convierta en una situación desastrosa». Y ha pedido a las autoridades israelíes que extremen la protección de todos los civiles en los refugios «incluidas las escuelas». Hay más de 200.000 personas refugiadas en 92 de estas instalaciones, señala la organización.

¿Y qué tiene Gaza para ser el gran objetivo de Israel ahora mismo? «Los terroristas de Hamás se esconden en la ciudad, dentro de túneles situados debajo de las casas y dentro de edificios habitados por civiles inocentes», explica el comunicado. Así pues, parece que, tanto si entran o no por tierra, los militares hebreos arrasarán la ciudad si es necesario desde el aire, y Netanyahu y su círculo quieren evitar más daños 'colaterales' de civiles inocentes.

Hoy se cumple el tercer día de asedio y la situación es crítica para la población: no hay luz, se está racionando la comida y el agua, no hay cobertura telefónica y los hospitales tiran de generadores de gasoil para funcionar, pero avisan de que les queda poco combustible. Sin él, más que centros sanitarios serían directamente morgues.

Varias organizaciones humanitarias han pedido abrir un corredor humanitario para que entren gasolina, víveres y medicinas, entre otras cosas básicas, pero Israel se han negado en redondo. Este jueves, la respuesta del ministro de Energía, Israel Katz, fue contundente: «¿Ayuda humanitaria a Gaza? No habrá electricidad, agua potable o combustible hasta que los secuestrados puedan volver a casa». Y dejó claro otra cosa: «Que nadie nos dé lecciones de moral».

La situación es tan crítica que hasta la ONU ha recordado al estado hebreo que el Derecho Internacional prohíbe los castigos colectivos y que el bloqueo podría ser considerado un «crimen de guerra». Y la OMS consider aque el ultimátum de Israel es una «sentencia de muerte» para los enfermos. «Hay personas gravemente enfermas cuyas lesiones significan que sus únicas posibilidades de sobrevivir son estar con soporte vital, como ventiladores mecánicos», ha dicho el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic. «Así que trasladar a esas personas es una sentencia de muerte. Pedir a los trabajadores de la salud que lo hagan es más que cruel», ha defendido.

La evacuación de Gaza llega después de que los últimos bombardeos azotaran barrios residenciales que hasta ahora eran seguros. «Las bombas han alcanzado zonas que antes nunca habían sido tocadas y que históricamente habían servido de protección para la población», ha contado Patricia Garrido, delegada española de Cruz Roja en Ramala. Al menos 1.537 palestinos, entre ellos más de 400 niños, han fallecido por los ataques, según las autoridades gazatíes. Y hay 6.612 los heridos, según recoge 'The Times of Israel'.

Este jueves, la cifra de desplazados ascendía a 423.000, pero si se vacía Gaza, habría que sumar nada menos en un millón de personas más, que son los habitantes de la ciudad. Se trataría de la mitad de la población de la Franja. La ONU considera que este movimiento es casi «imposible» de realizar «sin consecuencias humanitarias devastadoras».

Por su parte, Hamás ha advertido a la población que la alerta israelí es «falsa propaganda dirigida a confundir a los ciudadano y romper la cohesión interna palestina». Los planes del Ejército israelí serían dividir la Franja en dos para luego cerca las ciudades más importantes e iniciar una lucha cuerpo a cuerpo.

La organización terrorista ha bautizado esta jornada como 'viernes de la ira'. Jaled Meshal, líder político de la rama siria de Hamás, exiliado en Damasco y uno de los fundadores del grupo terrorista, ha llamado a los musulmanes de todo el mundo a hacer aplicar la yihad islámica (guerra santa) este viernes a nivel global, una peligrosa amenaza a todas las comunidades judías del planeta.

Mientras tanto, el territorio ha seguido bajo las bombas esta pasada noche. Según el Ejército israelí, se han atacado 750 «objetivos militares», centrándose en «túneles subterráneos, complejos militares y domicilios de altos funcionarios de Hamás que servían como cuartel general». También han señalado que han destruido «depósitos de armas y salas de comunicaciones», además de «eliminar» a supuestos miembros de las milicias palestinas.

«Durante las oleadas (de bombardeos), decenas de aviones de combate de las FDI han atacado objetivos militares de Hamás a lo largo de toda la Franja de Gaza, incluidos doce edificios de gran altura en cuyo interior se erigió una estructura militar», ha indicado Avichay Adraee, portavoz del Ejército. Además, ha precisado que han matado a tres milicianos, que habrían sido los responsables de lanzar bombas de mortero hacia el territorio israelí: «Fueron frustrados en un cuartel militar en la Franja de Gaza», ha agregado.

Las autoridades israelíes sostienen que los ataques «han paralizado activos vitales para el enemigo y, por lo tanto, le han perjudicado de manera sustancial. Continuaremos protegiendo al pueblo de Israel y atacando con poder y precisión».

El jefe del Ejército de Israel, general Herzi Halevi, ha adelantado que «Gaza nunca más volverá a parecerse a lo que era». Los israelíes han lanzado más de 6.000 bombas sobre la Franja en la venganza prometida por Benjamín Netanyahu contra Hamás y se preparan «para una incursión terrestre en cuanto la maniobra tenga luz verde», en palabras del portavoz militar Richard Hecht.

Los israelíes han reforzado sus posiciones en torno al territorio y han levatando nuevas bases en las localidades vecinas. Ya se han movilizado 360.000 reservistas que esperan la luz verde para asaltar la Franja y comenzar una fase en esta guerra cuyo objetivo final es «atacar y desmantelar a Hamás, desmantelar su sistema», reveló el jefe del Ejército, Herzi Halevi, quien adelantó que «Yahya Sinwar, responsable de Hamás que ordenó la operación, y el resto de la jefatura de Hamás son hombres muertos».