Continúan las protestas en Irak. Efe

Los iraquíes desafían la brutalidad policial para protestar por la corrupción y el paro

La represión del primer ministro, que ahora promete remodelar el Gobierno, cuesta la vida a 21 manifestantes y casi 1.800 sufren heridas

mikel ayestaran

Corresponsal. Jerusalén

Viernes, 25 de octubre 2019, 19:42

Después de tres semanas de aparente calma, las protestas volvieron este viernes a las calles de Irak y al menos 21 manifestantes perdieron la vida y casi 1.800 resultaron heridos en los choques con las fuerzas de seguridad. Bagdad volvió a ser ... el epicentro de unas movilizaciones que se extendieron a ciudades del sur como Basora o Nasiriya, donde miles de personas se concentraron para mostrar su hastío por la corrupción, el desempleo y el Ejecutivo de un primer ministro incapaz de adoptar medidas de choque.

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Un nuevo desafío se le presenta a la oficina de Adel Abdul Mahdi, que ante la oleada de críticas declaró que «la dimisión del Gobierno sin una alternativa constitucional llevaría al país al caos» y prometió llevar a cabo una reforma del Gabinete «la próxima semana». Las movilizaciones volvieron a ser espontáneas y sin connotaciones partidistas o sectarias, aunque en esta ocasión el clérigo chií Moqtada al-Sader declaró que los ciudadanos tenían «derecho» a salir a las calles si así lo deseaban.

Las palabras del primer ministro no calmaron los ánimos de unos iraquíes que vuelven a las movilizaciones sabiendo que se juegan literalmente la vida, ya que en las primeras jornadas de protestas a comienzos de mes 149 civiles y ocho agentes del orden murieron en las calles. Abdul Mahdi prometió entonces una serie de medidas como la apertura de una lista con cientos de puestos de funcionarios para jóvenes diplomados, concesión de pensiones a las familias de los manifestantes fallecidos, a quienes calificó de «mártires»… pero ninguna reforma de importancia que ayude a paliar la corrupción endémica que sufre Irak, duodécimo país más corrupto del mundo según la lista de Transparencia Internacional, encabezada por Somalia y Siria.

Llamada a la contención

La máxima autoridad chií del país, el clérigo Ali al-Sistani, dedicó su intervención en la oración del viernes a pedir «contención» tanto a manifestantes como a fuerzas afines al Gobierno para evitar una escalada de la violencia y aprovechó para criticar a las autoridades después de conocer los resultados de una investigación oficial dirigida por el Comité Ministerial Supremo que refleja que «el 70% de los fallecidos presentaban disparos en la cabeza o en el pecho». Este viernes, el lanzamiento de gases lacrimógenos se cobró la vida de una manifestante, fulminado por una lata que le golpeó en la cabeza, y cientos de heridos.

El ministro del Interior, Yasin Taher al-Yasiri, se desplazó a primera hora hasta la plaza Tahrir de Bagdad para reunirse con los activistas y decirles que las fuerzas de seguridad pretenden «proteger» a la ciudadanía y «no permitirán que nadie les ataque». De poco sirvió la intervención del político porque después del rezo miles de personas comenzaron a marchar hacia la Zona Verde, el lugar donde Sadam Husein tenía su palacio y donde desde 2003 se encuentran también el Parlamento y las embajadas de países como EE UU. Según fuentes policiales, varios incendios afectaron a una decena de sedes de partidos políticos en Samawa, en el sur del país.

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