Borrar
El café de Tulkarem quedó reducido a escombros. EFE
El ejército de Israel y EE UU, en máxima alerta ante el temor a atentados en el aniversario del 7-O

El ejército de Israel y EE UU, en máxima alerta ante el temor a atentados en el aniversario del 7-O

Hamás llama a una «escalada contra la ocupación» en medio de la polémica por la muerte en Cisjordania de once civiles durante el bombardeo a una célula terrorista que se preparaba para un ataque «inminente»

M. Pérez

Sábado, 5 de octubre 2024, 13:40

El ejército de Israel se encuentra en máxima alerta ante los actos ceremoniales del primer aniversario de la masacre del 7 de octubre. La hipótesis de que Hamás prepare atentados contra la población hebrea ha llevado a las fuerzas de seguridad y a la Inteligencia del Shin Bet a intensificar las redadas y la vigilancia en territorio palestino, máxime después de que Hamás haya llamado este sábado a una «escalada» del conflicto tras la muerte de dieciocho palestinos en la ciudad cisjordana de Tulkarem, uno de ellos destacado comandante de la milicia islamista. El ambiente se ha vuelto tremendamente denso. Y, con ello, la violencia. Nuevos bombardeos sobre Gaza se han cobrado al menos una decena de vidas.

Hamás ha asumido la muerte del comandante Zahi Yaser Abd al-Razeq Oufi en la cafetería de Tulkarem destruida por un misil en la noche del jueves. La explosión voló por completo e inmueble y acabó con la vida de otros seis agentes de la milicia y de Yihad Islámica, además de once civiles. La muerte de tal número de inocentes ha abierto una nueva polémica internacional sobre las limitaciones del ejército hebreo en sus acciones armadas. La ONU ya ha dicho que esta útima en Tulkarem fue «ilegal».

Las Brigadas de Al-Qassam, el brazo militar de Hamás, ha difundido un comunicado en el que llama a «escalar el conflicto» y la «confrontación con la ocupación». Asimismo, anima a los cisjordanos a «salir a las calles en todas la provincias con muestras masivas de ira», lo que medios hebreos interpretan como una invitación a manifestarse u organizar atentados contra ciudadanos o soldados israelíes.

Tiroteado en su casa

La instalación de controles militares es habitual en carreteras y en ciudades como la de Hizme, al noreste de Jerusalén, donde los medios palestinos informan que esta mañana se ha aplicado un potente filtro de seguridad en las calles del centro. Este tipo de dispositivos se acentúa a medida que se aproxima el aniversario en un clima de creciente tensión. Para agravar la situación, un palestino de 30 años ha muerto este sábado tiroteado por una patrulla militar que trataba de detenerle en la localidad cisjordana de Wadi al Fara'a, en el sur de Tubas. Los soldados habían rodeado previamente la casa de la víctima, que el mes pasado fue excarcelado tras dos años de condena. Tel Aviv no ha informado del motivo que le llevó a prisión ni del que había provocado su actual orden de arresto.

En Gaza, el número total de víctimas en doce meses de guerra supera las 41.800, según ha informado el Ministerio de Salud, mientras las organizaciones humanitarias advierten que, a este ritmo letal, el luto podría rozar a final de año la barrera psicológica y emocional de 50.000 muertos, la mayoría civiles, lo que marca la violenta crudeza de la operación israelí en la Franja. Las primeras horas del sábado han sido terribles. Diez personas han fallecido en duros bombardeos de la artillería y la aviación sobre la ciudad de Beit Hanoun, al norte, y los alrededores del campo de Nuseirat, en el centro de Gaza.

La precaución no solo cunde en Israel. El FBI ha dado la alerta ante el temor de que se produzcan también actos «contra la seguridad pública» en Estados Unidos antes del lunes, 7 de octubre. La Oficina Federal de Investigación sostiene que el aniversario de la masacre de los kibutz «podría motivar a actores amenazantes de todas las ideologías, incluidos los que propugnan el antisemitismo violento y la islamofobia». Advierte del riesgo de atentados y, especialmente, de la amenaza de «extremistas violentos» solitarios, que atacan con «poca o ninguna advertencia«, como ha sucedido recientemente en el Reino Unido y Alemania.

La alerta en EE UU viene precedida por el aumento de las agresiones y delitos de odio vinculados a la crisis en Oriente Medio. Por ese motivo, las fuerzas de seguridad incrementarán este fin de semana su presencia en torno a centros comunitarios, sinanogas, mezquitas y otros lugares de culto. En el Reino Unido, la Policía Metropolitana de Londres también ha anunciado un despliegue «significativo» para evitar incidentes, ya que están previstos al mismo tiempohomenajes a las víctimas y protestas contra la ocupación israelí. Por su parte, Brasil ha declarado que se mantiene en estado de alerta ante el temor de atentados contra la abundante comunidad judía afincada en el país.

El fantasma del radicalismo agita, pues, todo el escenario internacional, aunque nada es comparable a la sensación de preocupación en Israel, donde el ejército desbarató este jueves pasado un primer plan terrorista para este 7 de octubre. Hamás y Yihad Islámica han reconocido que siete de los dieciocho fallecidos en el bombardeo a un café de Tulkarem, en Cisjordania, eran militantes suyos, aunque ninguno de sus portavoces ha hecho referencia a que estuvieran planificando el ataque denunciado por las Fuerzas de Defensa.

Reducido a escombros

Resulta significativa la violencia de este episodio. En el último año, el ejército ha atacado Cisjordania con drones y helicópteros de combate, pero en esta ocasión ha empleado un cazabombardero que generó una enorme explosión. El impacto acabó con la vida de adultos y niños y provocó decenas de heridos. La devastación fue total. Las imágenes muestran el establecimiento convertido en un montón de escombros.

La ONU ha calificado de «ilegal» la agresión, de la misma manera que la Autoridad Palestina ha urgido a la comunidad internacional a tomar medidas ante este «atroz crimen». Los servicios de seguridad palestinos afirman que se trata del ataque más mortífero del útlimo cuarto de siglo en Cisjordania. Entre las víctimas figuran dos hermanos, Karam y Sham Abu Zahra, de ocho y siete años. Como el resto de fallecidos han sido enterrados en medio de una multitudinaria movilización. La ONU ha visto en el bombardeo «un patrón altamente preocupante de uso ilegal de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad israelíes durante operaciones de tipo militar en Cisjordania, que han causado daños generalizados a los palestinos».

Las manifestaciones convocadas por el el movimiento Al-Fatah, de Abu Abbas, se han confundido en las últimas horas con la desgarradora muestra de dolor de los palestinos. Miles de ellos han acompañado a las familias de las víctimas en un funeral para rendir homenaje a sus «mártires heroicos». La comitiva ha recorrido Tulkarem y visitado las casas de cada uno de los fallecidos entre proclamas contra la ocupación israelí. Esta ciudad ha sido una de las más castigadas, con redadas casi diarias. La Autoridad Palestina calcula que más de 716 palestinos han muerto en Cisjordania durante el último año a consecuencia de estas operaciones.

Las Fuerzas de Defensa y el Shin Bet han confirmado el fallecimiento de Zahi Yaser Abd al-Razeq Oufi, comandante de Hamás considerado artífice del «importante» atentado que presumiblemente debía llevarse a cabo «a corto» plazo. Oufi era una «bomba de relojería». Su historial constaba de numerosos antecedentes. Al parecer, estaba involucrado en el suministro de armas y explosivos a otras células islámicas autoras de atentadose en Israel y Cisjordania. Tel Aviv segura que el mes pasado él mismo planificó detonar un coche bomba cerca del asentamiento de Ateret.

Las Fuerzas de Defensa argumentan que decidieron el rápido y letal asalto por la inminencia del presunto atentado. Entre los mandos que asistían a la reunión figuraba además Ghaith Radwan, alto comandante de Yihad Islámica.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

leonoticias El ejército de Israel y EE UU, en máxima alerta ante el temor a atentados en el aniversario del 7-O