Rebeldes sirios con apoyo de Turquía pasan a controlar zonas kurdas en la frontera. REUTERS

Adiós a la autonomía del Kurdistán sirio

Los kurdos evitan una gran invasión turca con su aproximación a Moscú y Damasco a cambio de ver cómo se desvanece su sueño de un Estado

mikel ayestaran

Corresponsal. Jerusalén

Jueves, 24 de octubre 2019, 21:10

Los blindados rusos ya patrullan por la frontera del norte de Siria y el Ministerio de Defensa adelantó que la próxima semana llegarán 275 nuevos miembros de la Policía Militar para garantizar el cumplimiento del acuerdo alcanzado por Recep Tayyip Erdogan y Vladímir Putin. ... Esta nueva etapa que se abre tras la retirada de las fuerzas de EE UU arrancó entre acusaciones mutuas de turcos y kurdos de no respetar el alto el fuego. Ankara aseguró que cinco soldados resultaron heridos en un ataque de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) kurdas, el brazo sirio del PKK, y los kurdos denunciaron agresiones contra tres poblaciones situadas fuera de la 'zona de seguridad' -30 kilómetros desde la frontera- que «obligaron a huir a miles de civiles».

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Los kurdos se preparan para este nuevo escenario. Su giro hacia Damasco y Moscú les permite frenar una invasión turca a gran escala, pero aleja de forma indeterminada su sueño de establecer un Estado autónomo en Rojava (nombre en kurdo para los tres cantones del Kurdistán de Siria). Putin insistió en la necesidad de incorporar las instituciones kurdas a la Constitución siria, incluida la milicia kurdoárabe de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).

El portavoz de la milicia, Mustafá Bali, declaró a la agencia Sputnik que «se necesita una solución política en el marco de la cual el pueblo sirio y todos sus elementos se reconcilien» y por ello abrió las puertas a unirse «al Ejército sirio o a la Quinta Brigada». Esta situación es similar a la ocurrida con varios grupos armados de la oposición en el sur del país, muchos de cuyos miembros combaten ahora bajo la bandera nacional siria.

Las fuerzas rusas, acompañadas de la guardia fronteriza siria, se despliegan a lo largo de línea divisoria, pero fuera de esa 'zona de seguridad' marcada por Turquía durante la operación 'Manantial de paz', que va desde Ras al-Ain a Tal Abiad y que es responsabilidad de Ankara y las facciones islamistas sirias que combaten a sus órdenes. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, insistió en que el único objetivo que tienen es facilitar la consecución de una «solución política» a la situación que vive el país desde que estalló la guerra en 2011.

Trump quiere el petróleo

Donald Trump ordenó la retirada de sus tropas de la frontera, pero anunció que algunos hombres permanecerían en suelo sirio de manera temporal para «proteger los pozos de petróleo» del noreste de Siria de la amenaza del grupo yihadista Estado Islámico (EI), lo que supone un severo revés para Damasco, que necesita el crudo más que nunca debido al bloqueo que sufre su gran aliado, Irán.

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Pese a que el presidente calificó de «gran éxito» el nuevo reparto de poder en la frontera tras su retirada, el secretario de Defensa, Mark Esper, advirtió de que Erdogan «está yendo en la dirección equivocada en varios asuntos, al girar hacia la órbita de Rusia en lugar de la de la OTAN». Esper abogó por «trabajar con Turquía para que vuelva a ser un aliado fuerte y fiable» en el seno de la Alianza Atlántica.

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