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Rafael M. Mañueco
Moscú
Domingo, 30 de agosto 2020, 21:07
Si el domingo anterior el déspota bielorruso, Alexánder Lukashenko, llegó a su palacio presidencial a bordo de un helicóptero y saltó a tierra armado con un fusil de asalto Kaláshnikov, este fueron tanquetas BTR-80 las que hicieron acto de presencia en un nuevo intento ... de intimidación baldío, ya que las calles de Minsk se han vuelto a llenar de manifestantes, por encima de las 150.000 personas según distintas fuentes, en una nueva acción de protesta bajo el nombre «marcha de la paz y la independencia».
En declaraciones a la agencia rusa Interfax, la portavoz del Ministerio del Interior de Bielorrusia, Olga Chemodánova, declaró que los blindados fueron efectivamente desplegados en la capital del país. Según sus palabras, «se trata de vehículos de combate que se utilizan para reforzar las medidas de seguridad del personal en eventos masivos no autorizados». Chemodánova no especificó cuántos BTR-80 fueron enviados a Minsk desde sus acuartelamientos.
Según la fotografía difundida por Natalia Eísmont, la portavoz de la Presidencia bielorrusa, Lukashenko también acudió este domingo al Palacio de la República armado con un fusil automático y ataviado con un chaleco antibalas. La Policía bloqueó con camiones y barreras metálicas los accesos a la plaza de la Independencia, en donde había sido convocada la concentración. Formó además un inmenso cordón de seguridad con agentes antidisturbios provistos de escudos.
Así que los manifestantes, como hicieran una semana antes, se dirigieron hacia el Palacio de la Independencia, también suficientemente protegido por unidades de la Policía. A las primeras decenas de activistas que llegaron primero les salió al encuentro el jefe de la Administración Presidencial, Nikolái Latishenok, y les explicó que «la dureza con la que se están dispersando las protestas se debe a que hay manifestantes que están levantando barricadas».
También ratificó lo que Lukashenko viene ya anunciando durante días, que «no habrá negociaciones entre las autoridades y la oposición». Latishenok afirmó que «el diálogo tendrá lugar con grupos sociales», pero no especificó cuáles en concreto ni en qué formato. El responsable presidencial dijo que «las elecciones fueron honestas (...) estamos preparando una nueva Constitución». Según sus palabras, el primer mandatario se encontraba en ese momento en el interior del palacio.
Durante la nueva jornada de movilizaciones se gritó «¡Viva Bielorrusia!», «¡Elecciones libres y democráticas ya!» y «¡Lukashenko vete!». Chemodánova aseguró en un principio que se habían producido 125 detenciones, pero distintos medios de comunicación digitales informaron de casi 200 arrestos. Durante gran parte del día no funcionó internet. El sábado, tuvo lugar en Minsk la 'Marcha de las mujeres' y salieron a la calle más de 10.000. Según el Ministerio del Interior bielorruso, se practicaron 29 detenciones.
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