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olatz hernández
Bruselas
Viernes, 8 de abril 2022, 19:32
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, viajaron este viernes a Kiev para encontrarse con el presidente ucraniano y asegurarle que la UE está con Ucrania. Es el mensaje que los líderes europeos ... llevan repitiendo desde que comenzó la invasión rusa y este viaje quiere ser la prueba de que no se trata de un discurso vacío. A su presencia en la capital ucraniana, se suma una promesa: la de aumentar los fondos para el envío de armas en otros 500 millones de euros, elevando así hasta 1.500 millones el fondo de apoyo a Kiev.
Con el Ejército ucraniano recuperando terreno y la ofensiva rusa centrada en el este, Europa cree que ha llegado el momento de que su representación diplomática vuelva al país. «Nuestro jefe de delegación vuelve a Kiev, así que podremos trabajar incluso más directamente y más estrechamente», aseguró Borrell. El diplomático alabó, además, la labor del Gobierno ucraniano, asegurando que es «impresionante» que siga funcionando a pleno rendimiento, pese a las circunstancias «difíciles» de la guerra.
Los avances sobre la posible entrada de Ucrania en la UE fueron recibidos con optimismo en Kiev. A pesar de que el proceso de adhesión al bloque comunitario suele alargarse durante años, Von der Leyen aseguró, en declaraciones recogidas por la agencia Reuters, que la Comisión Europea espera tener preparadas sus conclusiones sobre la petición de entrada de Ucrania en la UE para poder presentarlas en el Consejo Europeo este verano.
El de Borrell y Von der Leyen es el viaje político más importante de la UE al país desde que comenzó la invasión rusa, el pasado 24 de febrero. Previamente, los primeros ministros de Eslovaquia, Polonia y República Checa habían acudido a Kiev y, entre los líderes comunitarios, la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola abrió el camino en marzo, con un viaje cargado de simbolismo.
Antes de su encuentro con Zelenski, los dirigentes europeos viajaron junto al primer ministro de Eslovaquia a Bucha. La localidad, situada al noroeste de la capital, se ha convertido en un símbolo tras conocerse la masacre llevada a cabo allí por el Ejército ruso. Von der Leyen y Borrell se acercaron hasta las fosas comunes cavadas para enterrar a los numerosos civiles asesinados en la ciudad.
«Era importante empezar la visita en Bucha porque allí la humanidad fue destrozada», escribió la presidenta de la Comisión Europea en sus redes sociales. «Mi mensaje a los ucranianos. Los responsables serán llevados ante la justicia. Vuestra lucha es también la nuestra. Europa está con vosotros», añadió.
Poco después de llegar a la localidad, la comitiva conoció la noticia del ataque a la estación de tren de Kramatorsk, en el que murieron decenas de civiles. Los dirigentes europeos expresaron su «más dura condena» al «ataque indiscriminado a civiles». «Es otro intento de cerrar rutas de escape para aquellos que huyen de esta guerra injustificada y causar más sufrimiento», destacó Borrell.
Las imágenes de los ataques a civiles en Bucha fueron, precisamente, los que motivaron la elaboración de un quinto paquete de sanciones a Moscú esta semana, en el que se incluye el veto al carbón ruso. Y el jueves, en la sede de la OTAN, el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, volvió a aludir al horror vivido en ese municipio para presionar a los países aliados: «Si quieren evitar que haya más Buchas, tienen que enviar armas a Ucrania», apuntó.
El apoyo con armas pesadas y ofensivas a Kiev ha comenzado a mostrar las costuras de la Alianza Atlántica. Algunos países como Hungría no han enviado aún ningún tipo de apoyo militar a Ucrania, asegurando que «esta no es nuestra guerra». Otros, como España, apuestan por ayudar al Ejército ucraniano, pero sin enviar material pesado como aviones y tanques al país.
En su mensaje a Zelenski, Von der Leyen aseguró que «los europeos no podemos igualar el sacrificio de los ucranianos, pero estamos movilizando el poder económico para hacer que Putin pague un alto precio». Las sanciones a Moscú han recortado las exportaciones rusas en un 71% y la inflación se encuentra cerca del 20%, según dijo la presidenta de la Comisión Europea. Los dirigentes europeos, junto al primer ministro canadiense Justin Trudeau, presidirán una campaña de recogida de fondos para apoyar a los refugiados e impulsar la reconstrucción de Ucrania cuando acabe la guerra.
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